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La administración del intendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista), sigue sin ejecutar la mayoría de las obras prometidas con los bonos emitidos durante su gestión. Tal es el caso, por ejemplo, de los bonos G7, emitidos en enero de 2021, por G. 200.000 millones, y cuyo plan de inversión fue modificado en noviembre de 2024, con autorización de la Junta Municipal. Unos G. 500.000 millones en bonos que fueron desviados por la administración de Nenecho.
La modificación del destino de G. 18.000 millones de los bonos G7 fue comunicada, como corresponde, a la Bolsa de Valores y a la Superintendencia de Valores, pero aún no fue prevista en el presupuesto 2025. El pasado miércoles, la Junta Municipal de Asunción no sesionó por falta de quorum, por lo que esa inclusión en el presupuesto no fue oficializada.
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Los G. 18.000 millones que originariamente iban a ser destinados a la modernización y revitalización de la Estación de Buses de Asunción, finalmente serán destinados al mejoramiento vial de calles y avenidas de Asunción, bajo la modalidad de contrato abierto.
El mejoramiento vial, mediante la licitación 421.591, fue adjudicado a las firmas Construcciones y Viviendas Paraguayas S.A. (COVIPA) y Constructora Feldmann S.A., por G. 9.000 millones a cada una. Mirtha Acha, directora general de Obras de la Municipalidad de Asunción, confirmó a ABC que, tras las modificaciones de la fuente de financiamiento, “cosas que son ajenas a la Dirección General de Obras”, aguardan “comunicación del área financiera para emitir orden de inicio” de las obras.
Otras obras que siguen esperando
De los bonos G7, también siguen en espera, la construcción del Mirador de Itá Pytã Punta, para lo que estaban destinados G. 6.000 millones; y la Red de Protección de incendios para la zona comercial del Mercado 4, por más de G. 14.542 millones. En el caso del mirador, pese al supuesto proyecto que tenía la comuna en 2021 cuando solicitó los fondos, los trabajos no se hicieron y en 2023 la Municipalidad solicitó más dinero para encarar el proyecto.
Para marzo de 2024, los fondos para el mirador de Itá Pytã Punta ya no estaban en la cuenta bancaria correspondiente a esos bonos y en junio del mismo año, la Secretaría Nacional de Cultura informó a la Junta Municipal que el espacio es patrimonio paisajístico de la ciudad. Pese a servir de justificación para no encarar las obras, el dinero tampoco fue redireccionado para otros trabajos.
Con la declaración de emergencia de la zona donde se ubica el famoso mirador, las posibilidades de intervenir la zona se redujeron todavía más. Unas 21 familias están expuestas a un potencial derrumbe, según la Intendencia.
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En cuanto la red de protección de incendios de la zona comercial del Mercado 4, hasta donde supo ABC, el inicio de las obras está sujeto a la culminación de trámites administrativos en la Dirección de Obras Particulares de la Comuna, por lo que hasta el momento ni siquiera está convocada. Hoy intentamos obtener respuestas del director de Obras Particulares, Miguel Ramírez, pero no respondió a los llamados ni mensajes a su celular con terminación 917.
El Mercado 4 ya fue escenario de varios incendios, algunos de ellos incluso provocados, pese a lo cual los permisionarios siguen esperando la inversión que garantice su seguridad y la de sus clientes.
Alto endeudamiento, pobre ejecución
Tras más de cinco años al frente de la Municipalidad, la gestión de Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista) tiene una pobrísima ejecución en obras, pese a haber tenido G. 728.404 millones en bonos, de los cuales, a mediados de 2024 había ejecutado apenas G. 230.000 millones. El resto -los G. 500.000 millones-, fue desviado a gastos corrientes, según su propio gabinete.
Tras asumir el cargo en diciembre de 2019, Nenecho informó en enero que contaba con G. 68.000 millones en saldo inicial de caja. Con cuatro emisiones, G6, G7, G8 y G9, el intendente acumuló G. 728.404 millones en bonos directamente para obras. El dinero ya no aparecía en las cuentas bancarias de la Municipalidad en 2024 y sorpresivamente, volvieron a aparecer en el presupuesto 2025, en el que figuran como saldo de bonosn G. 410.6683.317.108.
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El bono G6, por ejemplo, fue emitido por G. 100.000 millones en 2020, con la promesa de provisión e instalación de mobiliarios urbanos por casi G. 5.000 millones y la adquisición de iluminación por casi el mismo monto. El intendente no hizo pública la lista de espacio beneficiados, ni los costos.
Unas diez plazas, entre ellas, Naciones Unidas, estaban previstas para trabajos de revitalización por G. 10.000 millones, sin embargo las obras no están, o están inconclusas, como en el caso citado. Las obras para la Estación de Buses ya aparecían con G. 4.630 millones adjudicados en los bonos G6, pero volvieron a aparecer en G7 y hasta ahora, con esta nueva reestructuración, seguirán esperando.
Otras obras que debían hacerse con los bonos
Los bonos G6 y G7 también incluían la señalización horizontal y vertical de calles y avenidas por más de G. 9.000 millones; la compra de vehículos por más de G. 7.200 millones; la creación de un sistema integrado de recolección de residuos por casi G. 20.600 millones; maquinarias y accesorios por alrededor de G. 6.000 millones y la modernización tecnológica integral de gestión institucional por G. 18.000 millones.
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Los bono G8, por G. 360.000 millones, emitidos en 2022, incluían 8 obras de desagüe pluvial: Ayala Velázquez, España (segunda parte), San Antonio y General Santos, Santo Domingo, Terminal, Universidad Católica, San Pablo y Abasto. Algunas de estas obras, como Abasto y San Pablo, se encuentran en ejecución, mientras que otras están pendientes.
En 2023, la administración de Rodríguez emitió el bono G9 por G. 195.000 millones, que fueron emitidos para pagar deudas de bonos anteriores que estaban por vencer y cuyo cumplimiento no fue previsto en su disponibilidad financiera por el intendente.
Nenecho, investigado e imputado
El desvío de G. 500.000 millones en bonos que eran para obras que no se ejecutaron, fue denunciado por ABC entre marzo y mayo del año pasado. La Contraloría General de la República realizó un análisis y confirmó el desvío, lo cual derivó en la apertura de una investigación en la Fiscalía, que hace unos seis meses allanó la Municipalidad de Asunción en busca de documentos.
Paralelamente, el intendente Rodríguez también está investigado, junto a más de 20 personas más, por compras realizadas en pandemia, en el caso conocido como los “detergentes de oro”. En esta causa, la Fiscalía habla de un perjuicio de G. 1.800 millones y Nenecho está imputado por lesión de confianza y asociación criminal.
