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Villarrica del Espíritu Santo tiene un nuevo obispo tras tres años de vacancia. Monseñor Miguel Ángel Cabello asumió recientemente el liderazgo espiritual de la diócesis que abarca los departamentos de Guairá y Caazapá. Entre sus principales labores se encuentra la organización y consolidación de la Diócesis de Caazapá, la cual, aunque fue creada en 2021, aún no cuenta con un obispo designado por el Vaticano.
Desde su llegada, monseñor Cabello destacó que la Diócesis de Villarrica se encuentra bien estructurada y con un fuerte compromiso por parte de los laicos, lo que permitió su funcionamiento a pesar de la ausencia de un obispo en los últimos años. Sin embargo, señaló que aún hay aspectos que pueden ser mejorados, especialmente en algunas comunidades que requieren mayor organización para fortalecer su labor evangelizadora.
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Uno de los puntos clave de su gestión será acompañar de cerca a los sacerdotes de Caazapá para que estén plenamente preparados cuando la diócesis finalmente tenga su propio obispo. “Ahora que llego a la diócesis, me toca también por una instrucción del Nuncio Apostólico, ir preparando la zona de Caazapá para la futura diócesis, entonces estaría acompañando muy de cerca a los sacerdotes, porque cuando ya se nombre al futuro obispo, en ese momento se concretará el inicio de una nueva diócesis”, explicó monseñor Cabello.
El obispo también mencionó que en los próximos días trabajará en la asignación de los sacerdotes a sus respectivas comunidades dentro del territorio caazapeño, buscando ubicarlos en lugares donde se sientan cómodos para ejercer su ministerio pastoral. Esta labor se llevará a cabo en estrecha coordinación con la Nunciatura Apostólica. “Los sacerdotes ya tienen que estar en sus respectivas parroquias cuando eso suceda. En estos días ya vamos a estar ubicándolos en sus respectivos lugares y en donde ellos se sientan mejor”, acotó.
En cuanto a los aspectos administrativos y pastorales, monseñor Cabello señaló que continuará con las labores propias de su compromiso episcopal, asegurando que tanto Villarrica como Caazapá tengan un funcionamiento eficiente mientras se concreta la separación definitiva de ambas jurisdicciones eclesiásticas.
Por su parte, el nuncio apostólico en Paraguay, monseñor Vincenzo Turturro, había anunciado en diciembre del año pasado, que se espera la designación del primer obispo de la Diócesis de Caazapá aún dentro de los primeros meses de 2025. Hasta entonces, la administración seguirá bajo la responsabilidad del obispo de Villarrica, garantizando la estabilidad y el crecimiento de la comunidad católica en ambas regiones.
