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La Coordinadora Colorada de los Funcionarios de la Municipalidad de Lambaré emitió un comunicado en el que piden la renuncia de su correligionaria Carolina González (ANR-cartista) al cargo de concejala de esa ciudad. La edil, esposa del diputado renunciante Orlando Arévalo (ANR-cartista), fue salpicada por el escándalo de los audios divulgados por ABC en los que se la escucha tratar de justificar el origen del dinero con el que se había construido su mansión.
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“Exhortamos su renuncia a la banca que hoy ocupa en la honorable Junta Municipal, la señora Graciela Carolina González Pérez, hasta tanto la justicia paraguaya, con ecuanimidad, realice un proceso justo sobre los hechos en los cuales no puede permanecer inherente (sic)”, señalan.
Los funcionarios repudian enfáticamente “los sucesos que son de público conocimiento en los cuales un ex parlamentario se vio involucrado en hechos de corrupción pública, soborno, cohecho y prevaricato”, dice en una parte el documento.
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“Los mismos no condicen con los ideales que hemos abrazado desde nuestra fundación y enlazan con los buenos principios que distinguen la actual administración municipal”, remarcan.
Permanencia apeligra la transparencia, reclaman
Los funcionarios colorados alegan que la permanencia de la concejala Carolina González (ANR-cartista) en la Junta, pone en riesgo la transparencia en la gestión de las autoridades de la ciudad.
En el comunicado justifican su preocupación ante el vínculo afectivo entre el diputado renunciante Orlando Arévalo y la concejala, quien además preside la Comisión de Hacienda, “donde se evalúan los presupuestos que marcan el desarrollo de la ciudad", alegan.
El pronunciamiento de los funcionarios colorados se da luego de que la mitad de la Junta Municipal, cinco colorados y un liberal, anunciaran que bloquearán el quorum a las sesiones hasta que González se aparte del cargo, al menos temporalmente, mediante un permiso.
En los audios, la concejala Carolina González hablaba de “ser muy cuidadosos” con sus inversiones y confesaba haberle pedido a su esposo, el diputado renunciante, que retire un crédito en una cooperativa “para poder justificar” ese dinero, utilizado en la construcción de una mansión que ella misma calificó de “glamurosa”.
