Cargando...
La Escuela Básica N° 50 Cervantes, situada en pleno microcentro de Villarrica, es una de las instituciones más antiguas y representativas del departamento de Guairá. A la fecha, enfrenta un alarmante deterioro en parte de su infraestructura. Próxima a celebrar su 133° aniversario en 2025, esta escuela casa de estudios presenta serias deficiencias edilicias, particularmente en un bloque antiguo compuesto por tres aulas, que permanece abandonado debido a la falta de respuesta de las autoridades, a pesar de las reiteradas solicitudes de intervención.
Aunque varias salas del edificio escolar fueron refaccionadas en los últimos años, los alumnos que ocupaban las tres aulas en mal estado debieron ser reubicados en otras zonas del colegio para evitar exponerlos a un eventual riesgo de derrumbe.
Lea más: Hambre Cero: el “sueño loco” de Santi Peña excluyó a cientos de niños de escuelas inclusivas
La institución alberga cada año entre 320 y 350 estudiantes, distribuidos entre el nivel inicial, preescolar y los tres ciclos de educación básica. Específicamente, los niños del primer ciclo fueron trasladados a otras aulas, mientras que las salas con goteras, paredes dañadas por la humedad y grietas se utilizan, de manera forzada, como sala de coordinadores, depósito de insumos para la merienda escolar y como biblioteca, respectivamente.
La directora, Ana María Gasser, indicó que, desde que asumió el cargo hace 13 años, han venido solicitando la intervención de este bloque de aulas a las instituciones públicas. “Necesitamos la intervención y refacción de nuestras salas de clase en cuanto a sus techos, aberturas, algunos tirantes que ya están en riesgo de derrumbe y que se tuvieron que solventar con actividades.
Pudimos costear algunos trabajos de revoque y pintura, pero la necesidad más importante de la estructura tendrá un costo más elevado y no podemos hacer esa intervención nosotros. Ya hemos remitido notas a la Gobernación y a la Municipalidad, pero aún no hemos recibido respuesta positiva”, explicó la directora.
Lea más: Hambre Cero: entregan alimentos en mal estado y equipos usados en escuelas de Presidente Franco
La Asociación de Cooperación Escolar (ACE), compuesta mayoritariamente por padres de familia, se encargó de realizar trabajos paliativos para mantener las áreas de la escuela en funcionamiento. Con el fin de reunir los fondos necesarios, organizan ferias de comidas y otras actividades solidarias.
La biblioteca de la escuela es el área más afectada por los problemas estructurales. Una gran viga de madera, deteriorada por la humedad y el paso del tiempo, representaba un riesgo significativo de colapso. Como medida provisional, se instaló un pilar en el centro de la sala para soportar el peso de la estructura. Además, la Asociación de Cooperación Escolar (ACE) financió reparaciones adicionales, como la renovación del revoque y la pintura de la fachada, con el objetivo de mantener el espacio funcional mientras esperan una solución definitiva.
Lea más: Senador Beto Ovelar anuncia la presentación de un proyecto de ley “letrina cero” en escuelas
La construcción de un tinglado en el patio de la institución es otra solicitud que desde hace años vienen siendo ignorada. Este espacio es crucial, ya que durante los días de intenso calor o lluvia, los niños se ven obligados a permanecer solo dentro de las aulas y los pasillos, lo que limita su capacidad para realizar actividades físicas y recreativas. La falta de un área cubierta para estas actividades afecta el bienestar y el desarrollo integral de los estudiantes, quienes carecen de un espacio adecuado para su esparcimiento y ejercicio.
