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Poco más de una semana después del inicio de clases, un tanque de agua sufrió una avería en el Centro Regional de Educación Saturio Ríos. El colapso fue debido a una sobrecarga del tablero eléctrico que regulaba la carga del líquido vital y la energía eléctrica tuvo que ser cortada.
La institución quedó sin agua ni luz y los estudiantes fueron evacuados de emergencia y, para evitar exponerlos al peligro, ya que incluso hubo humo, los directivos decidieron suspender las clases presenciales.
A partir de ahora y hasta que se logre determinar las causas de la sobrecarga, y se repare la avería, los más de 1.700 chicos inscriptos en este centro educativo desarrollarán clases en la modalidad virtual.
Colegio cerrado apenas comenzaron las clases
Así, apenas días después del inicio de clases, esta emergencia estructural deja un colegio cerrado en el departamento Central, causando conmoción entre los alumnos y el personal del colegio.
El tanque de agua, que tiene una altura considerable y varios años de antigüedad, se desbordó y causó daños en la infraestructura del colegio. Los directivos informaron que se están desarrollando clases virtuales hasta que se repare la avería.
La comunidad educativa expresó su preocupación por la falta de inversión en la infraestructura del colegio, considerando su tamaño y la cantidad de alumnos que asisten.
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Estudiantes van a clases “a su suerte”
La problemática de los techos con riesgo de derrumbe, paredes en mal estado y daños estructurales en general es una historia de nunca acabar en las instituciones educativas de todo el país. Este año lectivo, los estudiantes comenzaron una vez más a su suerte, desarrollando clases con el riesgo constante de salir heridos ante eventuales desplomes de las antiguas estructuras de los centros educativos públicos.
