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Funcionarios del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) realizaron una verificación en la tarde de este miércoles en el matadero municipal de Pilar, tras reiteradas denuncias de vecinos de la compañía Yataity, quienes exigen una solución ante los olores nauseabundos y el mal manejo de los desechos.
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Según los vecinos, el médico de la Unidad de Salud de la Familia (USF) de la zona, Dr. Nilson Rolls, alertó sobre los posibles efectos en la salud causados por las condiciones del matadero, mencionando enfermedades diarreicas, afecciones cutáneas e incluso impacto en la salud mental de los niños, quienes se ven afectados por los sonidos del sacrificio de animales durante la madrugada.
La fiscalizadora del Mades, Ing. Rocío Mendoza, informó que están recabando datos para elaborar un informe que será presentado al municipio. “Venimos a observar para levantar los datos y luego compartir nuestras sugerencias con la municipalidad”, explicó.
Según Mendoza, la verificación se realizó por orden del ministro Rolando De Barros Barreto Acha, tras recibir una extensa nota de los pobladores en la que exponen sus inquietudes. Los propios vecinos acompañaron a los funcionarios del Mades para mostrarles la situación del matadero.
El matadero municipal de Pilar es un antiguo edificio que carece de tratamiento de efluentes y no cuenta con instalaciones adecuadas para el faenamiento, aseguran los vecinos del lugar. Esta situación genera preocupación tanto por el impacto ambiental como por la salud pública.
Intervención en 2019
En noviembre de 2019, el Mades ya había intervenido el matadero municipal de Pilar. En esa ocasión, los técnicos fiscalizadores encontraron una inadecuada disposición de los residuos sólidos y líquidos generados en el lugar, además de la falta de documentación ambiental requerida.
En aquella oportunidad, los interventores Roberto Arias y el jefe de la Oficina Regional de Pilar, Hugo Encina, informaron que el establecimiento presentaba múltiples infracciones a las normativas ambientales. El matadero cuenta con cuatro piletas para el tratamiento de efluentes y un espacio destinado como estercolera, que se encontraba saturado de estiércol, lo que provocaba una importante concentración de insectos en la zona.
También se constató la desaparición de una antigua laguna dentro del predio, posiblemente debido a la colmatación de efluentes en su cauce.
Cinco años después, los vecinos denuncian que el matadero sigue presentando los mismos problemas, sin que se hayan implementado soluciones efectivas.
