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La Escuela Básica N° 3318 Dr. David Sarubbi se encuentra a unos 25 kilómetros del casco urbano de Coronel Oviedo, y la mayoría de los alumnos provienen de familias con padres agricultores de escasos recursos, quienes hacen el mayor de los esfuerzos para mantener la escuela.
Hace más de 10 años que la institución sufre serias fallas en el pabellón del nivel inicial. Las paredes de dos salas tienen enormes fisuras y desprendimientos de revoques, lo que pone en riesgo a los alumnos. El sanitario de la institución presenta un importante hundimiento y toda la estructura está en peligro de derrumbe. También, los mobiliarios están en pésimas condiciones; varias sillas están sin pupitres, y los alumnos deben ingeniárselas para hacer las tareas.
Como en casi todas las escuelas del país, sufre la falta de un comedor. Los chicos deben almorzar en las pocas sillas que tienen pupitres y en salas de clases improvisadas para recibir la comida del programa Hambre Cero.
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Otra falencia es la falta de kits escolares: solo 50 alumnos de los 70 inscriptos recibieron la semana pasada los útiles escolares, y el resto debe ingeniárselas para hacer las tareas de clase que reciben por parte de los profesores.
La directora de la casa de estudios, profesora María Victoria Mendoza, indicó que, en varias ocasiones, solicitó al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y a la Municipalidad de Coronel Oviedo la construcción de una sala de clases para los niños del nivel inicial, pero nunca recibió respuestas. Desde la municipalidad de esta ciudad siempre se excusan afirmando que existen muchos pedidos y que no pueden cumplir con todos a la vez.
En cuanto a los útiles escolares, indicó que desde la Dirección Departamental del MEC le informaron que, en el transcurso de esta semana, estarían recibiendo la totalidad de los útiles faltantes. Agregó que la institución se encuentra en una zona muy vulnerable, donde la mayoría de los chicos provienen de familias de escasos recursos y requieren de la asistencia del Estado.
Por su parte, el padre de familia Antonio Martínez dijo que en la zona habitan unas 150 familias, la mayoría de las cuales se dedican a la agricultura y son de recursos escasos. Señaló que, pese a la situación, hacen el mayor de los esfuerzos para costear las reparaciones de la escuela y así garantizar la educación de sus hijos. Agregó que el Gobierno hace poco o nada para la reparación de la escuela y que requiere mayor atención de las autoridades de turno.
Sobre el tema, el director departamental del MEC, Lic. Ariel López, manifestó que los kits escolares están disponibles, pero que existe un problema con la empresa transportadora, lo que está retrasando las entregas. Aseguró que en el transcurso de la semana, se estaría normalizando la situación.
En cuanto a las fallas estructurales, indicó que existe una microplanificación de las escuelas con problemas de infraestructura y que los directores deben informar sobre la situación de sus instituciones. Añadió que enviarán técnicos a la escuela para verificar las condiciones en que se encuentra la estructura de la institución y, posteriormente, realizar las gestiones pertinentes para su reparación.