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En la catedral de San Juan Bautista, a tempranas horas se realizó la celebración del Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa. La actividad religiosa inició en la gruta de la Ermita, ubicada en la plaza Mariscal Estigarribia de esta ciudad.
Una gran cantidad de feligreses se acercaron hasta el lugar para la bendición de las palmas y, posteriormente, en procesión, se dirigieron hasta la catedral para continuar con la celebración.
Durante su homilía, el administrador diocesano de Misiones y Ñeembucú, padre Pedro Juan Maidana, mencionó que estamos en tiempo de reflexión y de arrepentimiento, y que debemos tener a Dios en nuestra vida para que pueda tener sentido.
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“Estamos en un tiempo en el que tenemos que hacer un compromiso firme de reflexión y de arrepentimiento, y de permitir que el Señor gobierne toda nuestra vida, y que el camino que nos puede ayudar a salir del odio, del rencor y del pecado es el amor”, dijo.
“Sin Dios nuestro Señor, en nuestra vida no somos nada y podemos perdernos fácilmente a causa de nuestros egoísmos y nuestros vicios; sin embargo, acompañados en su misterio de entrega y sacrificio, podemos resucitar a la vida de plenitud, de abundancia y de vida nueva”, reflexionó Maidana.