ABC Color consultó con un sacerdote católico y un pastor evangélico, quienes coinciden en que “las tradiciones no son bíblicas”, refiriéndose a las que se practican los viernes en cada Semana Santa.
El Viernes Santo se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús en la cruz del calvario, donde dio su vida en sacrificio por los pecados del mundo, como una muestra de su inmenso amor.
El sacerdote Carlos César López comentó que existen tradiciones en muchos lugares que difieren y “no son bíblicas”.
“Se trata de una expresión de profundo respeto, admiración, recogimiento y el silencio también es una forma de oración y reflexión. Son expresiones del pueblo”, especificó.
Agregó que la Iglesia católica contempla como días de ayuno y abstinencia el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
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“Esto significa una sola comida en el día y abstinencia de carne. Los viernes de Cuaresma también son días de abstinencia, se regula la carne, aunque, hoy por hoy, deberíamos ser más prácticos, ya que si hablamos de los veganos, a ellos no les implica nada no comer carne. Se debería abstener de algo que uno consume mucho en la práctica, ya que para algunos comer carne no es esencial”, manifestó.
El ayuno y la abstinencia, según la Iglesia católica, lo deben practicar desde los nueve hasta los 59 años.
Recuerda que en su niñez los padres, especialmente la mamá, era quien inculcaba a los más pequeños de la casa no correr, permanecer en silencio, sin música, bailes ni juegos y que algunas familias tenían como tradición bañarse de madrugada, sobre todo en arroyos, en aguas corrientes, como expresiones católicas de respeto por el luto que se contempla ese día. “Es la forma de respuesta al misterio de la muerte de Jesús”, explicó.

Por su parte, el pastor Pablo Tufari coincide con el sacerdote y asegura que las tradiciones no son bíblicas.
“Siempre el ser humano ha querido agregar algo más a lo que Cristo ya hizo, por lo tanto, las tradiciones de abstenerse de ciertas comidas o alimentos, como carne roja o no moverse mucho, o no realizar ciertas cosas, con el fin de purificar el alma o buscar el agrado o aprobación de Dios, no son válidos”, especificó.
Indica que lo único válido para el perdón y la purificación de nuestras vidas es aceptar al Señor Jesucristo como nuestro único Salvador, ya que ese fue el objetivo de su venida a este mundo.
“La actitud que cada cristiano debe tener, o deberíamos tener, es la de reflexionar sobre mi condición de vida ante Dios, es de preguntarnos si soy o no soy hijo de Dios, por medio de Jesucristo”, manifestó.
También dijo que una cosa es saber acerca de Cristo todas las tradiciones o costumbres, pero otra haber experimentado su perdón y su amor.
“La Semana Santa es un acontecimiento muy importante para el cristiano y la humanidad, porque Dios envió a su Hijo Jesucristo para pagar el precio de nuestros pecados”, finalizó.