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En la localidad de Itauguá, departamento Central, es toda una tradición la detención del Señor de la Columna, una actividad que refleja mucha fe y sentimiento, al recordar la sagrada flagelación de Jesús.
La representación se inicia el Miércoles Santo, cuando el sol comienza a declinar y un silencio reverente se apodera de los caminos de la compañía Guayaibity, en las cercanías de Areguá. Desde su pequeña capilla, a unos 7 kilómetros del centro de Itauguá, la comunidad del Señor de la Columna inicia su peregrinación hacia la ciudad.
Los lugareños caminan acompañados de su santo patrono, el Cristo golpeado, atado, herido, que avanza lentamente sobre los hombros de sus fieles. A lo largo del camino, los vecinos, con mucha devoción, colocan pequeños calvarios.
En cada estación se detiene la imagen, allí se reza, se canta y se recuerda el sufrimiento del Señor. Este momento marca una gran emoción y muchos de los fieles no pueden evitar las lágrimas al revivir el sufrimiento de Jesús.
Alrededor de las 18:00, la procesión llega a la parroquia Nuestra Señora del Rosario, donde la comunidad espera al Señor. Allí la imagen permanece toda la noche y bajo la custodia de los creyentes.
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Anoche, Jueves Santo, se participó de la Última Cena, luego el lavatorio de los pies, y ya cuando la oscuridad ha caído sobre el pueblo, una nueva procesión se inicia y llega hasta la casa de un vecino, allí se acopla otra imagen del Señor de la Columna y continúa la marcha.
“No se trata de un desfile, es un cortejo silencioso que recuerda el apresamiento de Jesús. Las imágenes avanzan lentamente, envueltas en sombras, iluminadas por las llamas de las antorchas, mientras, los fieles meditan en el misterio del Cristo traicionado y entregado”, relató el diácono permanente, profesor Marcos González.
Cuando la procesión llega a la Comisaría local, se produce un momento sobrecogedor: la imagen perteneciente a la parroquia, aquella que normalmente se encuentra en el museo San Rafael, queda allí “presa”. “Es el símbolo vivo de Cristo arrestado, llevado por los soldados, humillado, golpeado y ensangrentado”, relató González.
Mientras que la otra imagen, la de Guayaibity, prosigue su camino de regreso a la capilla, culminado ya de noche el recorrido que se inició el Miércoles Santo.
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Viernes Santo

Hoy al amanecer, cerca de las 7:00, el Cristo detenido fue retirado y llevado al templo, en donde la feligresía le reza y se encomienda a su protección. En medio de la oración se clamaban bendiciones y la paz al Señor de la Paciencia, como también es conocido el Señor de la Columna.
Tradición de más de medio siglo

Si bien no se tiene una fecha de inicio de esta representación, todo indica que comenzó en 1950, cuando era párroco de la Virgen del Rosario monseñor Mariano Celso Pedrozo, quien estuvo treinta años al frente de la parroquia, según indicó el diácono permanente Marcos González.
Expresó que este era un sacerdote que amaba mucho la cultura guaraní y que uno de sus grandes legados a toda la comunidad itaugueña es el museo San Rafael, en donde se encuentra la imagen del Señor de la Columna, que data del siglo XVI.