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La emotiva ceremonia fue presidida por el sacerdote Juan Carlos Palacios, quien valoró la masiva concurrencia de la ciudadanía y resaltó el significado profundo de la luz como símbolo de la fe cristiana. Durante el acto, se apagaron las luces artificiales del entorno y se distribuyeron velas entre los presentes, creando un ambiente de reflexión espiritual y comunión.
“El encendido de las velas representa simbólicamente a Cristo, luz del mundo. Esta luz debe iluminar no solo nuestras almas, sino también nuestras acciones diarias como ciudadanos y gobernantes”, expresó el sacerdote.
Palacios hizo un llamado especial a las autoridades: “Esperamos que la Pascua represente un nuevo compromiso con el pueblo, especialmente con los más pobres y necesitados. La fe tiene que tocar la dimensión espiritual, social, económica y política de nuestra vida”, exhortó.
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La celebración también incluyó un momento artístico y se vivió en un ambiente de recogimiento y esperanza, cerrando así con gran significado las actividades litúrgicas de la Semana Santa en la capital del segundo departamento.