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Oleros de la ciudad de Nueva Italia, Departamento Central, expresaron su optimismo en levantar la producción y la venta de ladrillos, que en los últimos años venía decayendo en gran medida, especialmente por la falta de mercado.
Semanas atrás, el gobernador de Central, Ricardo Estigarribia (PLRA), hizo la entrega de seis toneles con motor monofásico de 2HP, para que los oleros puedan mejorar y agilizar la producción de ladrillos.
Según explicó el titular de la administración departamental, con estas herramientas buscan mejorar los tiempos de producción, garantizar una mezcla más homogénea y reducir el esfuerzo físico de los trabajadores, dejando de lado métodos arcaicos, como la tracción a sangre.
“Esta ciudad cuenta con familias enteras que se dedican a la olería, desde hace más de medio siglo, y es un pilar en la producción artesanal de ladrillos. Con la incorporación de herramientas eléctricas, marca un avance importante para el sector”, expresó Estigarribia.
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Agregó que esto ayudará a elevar la productividad y fomentar la competitividad, sin que se pierda la esencia artesanal. “Nuestro compromiso es buscar el desarrollo económico, la dignificación del trabajo y el fortalecimiento de los pequeños emprendedores de Central”, resaltó el gobernador.
Levantar las ventas es la consigna
Unas cien familias de este distrito siguen apostando a la producción de ladrillos y, con estas máquinas, elevan las esperanzas de levantar la producción y la venta en la región.
El intendente municipal, Alcides Gamarra (ANR), comentó que muchas familias abandonaron la producción por diversos factores, pero más por la falta de infraestructura, aunque principalmente por la falta de mercado.
“Años atrás teníamos más de 200 familias que se dedicaban a la producción olera, pero, lastimosamente, muchas han dejado este trabajo, y, sin temor a equivocarme, ya solo unas 80 a 100 familias siguen apostando a este rubro”, expresó el jefe comunal.
Dijo que, con estas máquinas, centran sus esperanzas de levantar este rubro y espera que se logre un mercado seguro para la comercialización de los ladrillos, que asegura son de muy buena calidad.
Añadió que los oleros no cuentan con comités; es por ello que las ayudas son muy escasas y que cada trabajador debe buscar los recursos para levantar y mejorar su producción.
“Los oleros están instalados en los esterales, desde la calle primera hasta la quinta, y estas máquinas ayudarán mucho, porque dejan de lado el caballo, que se empleaba para la mezcla del lodo”, subrayó.