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El exdiplomático paraguayo ante el Vaticano Juan Ramón Cano y Francisco Ocampos, sacerdote y asesor eclesiástico de la Comunicación del Arzobispado de Asunción, resaltaron -durante una entrevista con radio ABC Cardinal- que contar con un cardenal facilita significativamente el acceso y la apertura de puertas dentro del Vaticano, tanto en cuestiones protocolares como en gestiones cotidianas.
El peso de tener un cardenal elector en el Colegio Cardenalicio es muy grande ya que la institución funciona con códigos humanos que favorecen a quienes tienen esa figura.
Según Cano, en el ámbito político, al tener un cardenal el cambio es “categórico”. Que un país “tenga un cardenal, hoy miembro del Colegio Cardenalicio y elector, con mayor razón todavía, el peso es muy grande. Es una institución humana y hay que respetar los códigos”.
En términos futbolísticos, describió Cano, “es como jugar en la Champions League, no estás jugando en la intermedia ni en la división B o C. Estás jugando en primera división”.
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Proyectos
En lo que respecta a la Iglesia, el sacerdote Ocampos refiere que la existencia de un cardenal representante en el Vaticano facilita la aprobación y el acceso a estos fondos para proyectos destinados al Tercer Mundo -por ejemplo- la ayuda a indígenas o damnificados.
“Cada obispo puede presentar un proyecto y habitualmente la presencia de un cardenal aumenta la probabilidad de que los proyectos reciban apoyo. Recordarán el caso de Ycuá Bolaños. Francisco había enviado una suma de dinero para los damnificados”, recordó el sacerdote.