En el Día del Maestro, el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, saludó con gratitud a los maestros del Paraguay.
“Queridas maestras, apreciados maestros, el 30 de abril celebramos el Día del Maestro en nuestro país, una fecha que nos permite reflexionar sobre su inmensa contribución a la sociedad y expresar nuestra más profunda gratitud. Su labor no solo consiste en impartir conocimientos, sino también en formar ciudadanos íntegros, inculcando valores como la justicia, la solidaridad, la paz, pilares fundamentales para la convivencia armoniosa”, expresó en su mensaje.
Agregó que desde la primera infancia hasta la adultez, los educadores nos acompañan en nuestro camino de aprendizaje, dejando huellas imborrables en nuestras vidas.
“Lo que somos es, en gran medida, fruto de su dedicación silenciosa pero profundamente arraigada. A pesar de los desafíos que enfrentan la precariedad del sistema educativo, la necesidad de profesionalizar más a los docentes en Paraguay, la falta de recursos y el poco reconocimiento su vocación inquebrantable les permite seguir adelante, guiando con amor y compromiso a las futuras generaciones”, refirió.
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Mensaje del Cardenal paraguayo a los maestros
Destacó que en este día especial, quieren honrar el esfuerzo de los maestros y recordar que la educación no solo construye el conocimiento, sino también la humanidad.
“En palabras del Papa Francisco, ‘la educación es un acto de amor que ilumina el camino para recuperar el sentido de la fraternidad‘. Cada maestro es un testigo de este amor y transmite, con su ejemplo, la armonía entre el pensamiento, el sentimiento y la acción”, aseveró.
Expresó su gratitud a las maestras y los maestros del Paraguay, y reafirmó el compromiso de acompañar sus anhelos y su lucha por mejores condiciones laborales y profesionales que les permitan con dignidad, en reconocimiento al servicio invaluable que prestan a la sociedad.
“Nuestra Beata María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga, se dedicó a la docencia. Ella sostenía que la maestra, como Jesús, tiene mil medios para salvar: una sonrisa, una bendición, una palabra, un gesto. Que ella interceda por ustedes, sus familias y sus seres queridos. Que Jesús, el Maestro por excelencia, los bendiga, les fortalezca y les llene de sabiduría para continuar formando a quienes son y serán el futuro de nuestra nación”, concluyó.