Cardenal Adalberto: “las reformas y procesos iniciados por Francisco continuarán”

El cardenal Adalberto Martínez es el primer paraguayo de la historia, protagonista de un cónclave en el Vaticano para elegir al nuevo Papa que sucederá a Francisco. El acontecimiento adquiere un relieve superlativo porque suena como “papabile” otro cardenal, muy ligado a nuestro país, el popular pa’i Cristóbal López, el español nacionalizado paraguayo, actual arzobispo de Rabat (Marruecos). En esta entrevista, monseñor Adalberto describe el ambiente que rodea a la máxima cita en el centro de la cristiandad.

Adalberto Martínez, cardenal gentileza de Daniel Ibáñez
Adalberto Martínez, cardenal gentileza de Daniel Ibáñez

-En el país estamos todos pendientes por la presencia de un Paraguayo en el cónclave que elegirá un nuevo Papa. ¿Cuál es su expectativa? ¿Cómo se siente un paraguayo en el centro del mundo cristiano?

- Sé y siento el acompañamiento de la Iglesia en Paraguay, de mis hermanos obispos, del clero y de todo el Pueblo de Dios por nuestra presencia y responsabilidad, por primera vez, en un cónclave para elegir al próximo Sucesor de Pedro. Esa comunión de oraciones nos fortalece para que seamos dóciles instrumentos del Espíritu Santo y que nuestras decisiones contribuyan al mayor bien de la Iglesia al servicio de la humanidad.

-Aunque parezca increíble, el nombre de un paraguayo nacionalizado suena entre los candidatos, el pa’i Cristóbal López. ¿cómo lo toma? ¿Ya se encontró con él? ¿Qué dice?

-Sí, nos hemos encontrado con el Cardenal Cristóbal López. Hemos tenido la oportunidad de conversar y compartir en estos días. Sus expresiones públicas difundidas por varios medios internacionales lo describen muy bien como una personalidad abierta y transparente, que dice lo que piensa sin titubeos. Los nombres que se mencionan como “papables“, incluido el de Cristóbal López, son consideraciones y conjeturas basadas en algunas cualidades personales y eclesiales que destacan y que forman parte del perfil deseado para el próximo pontífice.

-Unos dicen que el nuevo Papa debe ser más conservador, otros dicen que debe seguir el rumbo que imprimió Francisco. ¿Cuál es su visión?

-Sin dudas, Francisco encaminó reformas importantes y muy necesarios para que la Iglesia cumpla con mayor fidelidad su misión de evangelizar. Inició procesos en ese sentido que consideramos es necesario continuar. Mi visión es que las reformas y procesos iniciados por Francisco continuarán con el próximo pontífice, con la personalidad y el sello propio del que sea electo, quien le imprimirá el ritmo que vea necesario conforme al sentir de la Iglesia y a los desafíos que le plantean las situaciones diversas que vive la humanidad, en especial aquellas que afectan la vida y la dignidad de las personas, y la paz en un mundo marcado por la tensión, por guerras localizadas por ahora, y por la carrera armamentista que demanda muchos recursos financieros y que podrían desproteger proyectos destinados al desarrollo humano integral.

-A Francisco se le critica su bendición a los divorciados, la aceptación de los homosexuales...

-Dios, que es todopoderoso tiene sin embargo una debilidad: es un Padre Misericordioso que envió a su Hijo Jesucristo para sanar a los enfermos, anunciar el Reino de Dios a los excluidos, a los alejados, a los que viven en las periferias existenciales del pecado. Puso en el centro el amor: al hijo pródigo, a la oveja perdida, a los pequeños. Jesús abrazó a los leprosos y comió con los pecadores, entre otros gestos concretos de cercanía amorosa a los excluidos por la sociedad de su época. Nos da la lección y nos dice que para Dios es más agradable la misericordia, que los sacrificios y holocaustos ofrecidos en su nombre. El Papa Francisco, sin dudas, puede ser considerado como el Papa de la misericordia, siendo fiel al Evangelio...

-Las críticas se extienden a la aceptación de la misa por televisión. ¿Ya no hay necesidad de ir al templo, o se entiende mal?

-Las misas transmitidas por televisión o por cualquier otro medio telemático no suple la participación de los fieles en los templos; es un medio para que los enfermos e imposibilitados por causas de fuerza mayor puedan sentirse acompañados y vincularse de alguna manera a la celebración litúrgica de la eucaristía. Y, en muchos casos y según las condiciones, éstos pueden recibir la comunión por medio de los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión. Sin embargo, la eucaristía, que es el culmen de nuestra fe, es una celebración comunitaria y la participación presencial activa de los bautizados es necesaria, no solamente porque es un precepto de la Iglesia, sino sobre todo porque “la Eucaristía es un sacrificio de acción de gracias al Padre, una bendición por la cual la Iglesia expresa su reconocimiento a Dios por todos sus beneficios, por todo lo que ha realizado mediante la creación, la redención y la santificación. Eucaristía significa, ante todo, acción de gracias... Este sacrificio de alabanza sólo es posible a través de Cristo: Él une los fieles a su persona, a su alabanza y a su intercesión, de manera que el sacrificio de alabanza al Padre es ofrecido por Cristo y con Cristo para ser aceptado en él.

-¿Es posible que hasta los gobernantes quieren tener a su Papa? Macron quiere un francés, Meloni quiere que vuelva a ser un italiano, el presidente Trump habla del cardenal de Nueva York, nosotros queremos que sea monseñor Adalberto o paí Cristóbal.

-El hermano Cardenal que sea electo Sucesor de Pedro, no lo será siguiendo criterios y cálculos geopolíticos o de intereses particulares o sectoriales. Confiamos plenamente en que el Espíritu Santo está presente en la Iglesia y el próximo Papa será el indicado por Él por mediación de los cardenales electores.

-Mas que un cura de parroquia, dicen algunos religiosos que el Papa debe ser un vigilante, un auditor implacable para que esto perdure...

-El Papa, los Cardenales, los Obispos y todo el Pueblo de Dios, es decir, la Iglesia tiene una misión que el Fundador, Jesucristo, nos ha encomendado: vayan y evangelicen a todos los pueblos. Y nos entregó un mandato central: el amor. Evangelizar es la razón de ser de la Iglesia. Anunciar la Buena Noticia a los pobres y oprimidos, a anunciar un tiempo de gracia de Dios para su pueblo. El Sucesor de Pedro tiene la misión de apacentar las ovejas, la Iglesia, con fidelidad al Evangelio...

-Se habla hasta del riesgo de cisma entre conservadores y progresistas...

-Aferrarse a las propias ideas y amenazar con dividir la Iglesia es cerrarse al Espíritu Santo y, por consiguiente, negarse a cumplir la Voluntad del Padre y del Hijo: la comunión. Al final de su vida terrenal, Jesús suplicó al Padre: “Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad” (Juan 17:20–23).

-¿Qué tenemos que esperar los católicos de este futuro que está próximo de la Iglesia ante un mundo cada vez más materialista que desprecia cada vez más la espiritualidad?

-Que seamos testigos creíbles de nuestra fe en Cristo configurándonos con Él, como lo hizo el Papa Francisco, que predicó el Evangelio con su vida. Muchos alejados de la fe y de la espiritualidad, creyeron y se acercaron. El Evangelio vivido es potente. La evangelización no se hace por proselitismo, sino por testimonio, por atracción: “miren cómo se aman“, decían de las primeras comunidades cristianas, a través de cuyo testimonio, creció la adhesión a Cristo y la expansión de la fe en el mundo.

-¿Cómo se puede fortalecer a la Iglesia a partir de la desaparición de Francisco, ya que, como dirían ustedes, “el demonio” siempre está al acecho, para tratar de destruirla?

-El mal siempre está al acecho, sobre todo a través de la soberbia, el egoísmo, la codicia y el orgullo. Jesús señala que muchas veces “los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz.” Siempre debemos revisar y cuidar que nuestro juicio y nuestros criterios sean orientados por los valores del evangelio y no por lo que Francisco denominaba la “mundanidad espiritual.” Las reformas iniciadas por Francisco, como dotar a la Curia de una nueva Constitución Apostólica centrada en el Evangelio, así como los diversos procesos encaminados: la Asamblea Eclesial en el ámbito de la Iglesia en América Latina, o la Sinodalidad en el ámbito de la Iglesia Universal, son “picadas” abiertas que, estamos seguros, seguirán siendo impulsados en el ser y quehacer de la Iglesia en todo el mundo en los próximos años. Con marchas y pausas, pero sin retroceso, porque responden a una Iglesia que vuelve a sus orígenes por fidelidad al Evangelio.

-Un encuentro como este del Vaticano, muchas veces trae esperanzas como esa reunión que hubo del presidente Trump con el presidente Zelenski en plena Basílica durante en el velorio. ¿Cuál es su reflexión de esa escena, más la presencia de mandatarios y dignatarios de todo el mundo, algo que no se ve alrededor de otra confesión religiosa?

-Sin dudas, la Iglesia Católica, con territorialidad en el Estado Vaticano y la figura del Papa como cabeza de la Iglesia y como jefe de Estado, suscita la presencia de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, así como de miembros de las familias de la realeza europea; pero sobre todo su fuerza espiritual y moral sin otros intereses más que el bien común, la fraternidad y la paz entre las naciones del mundo, le da un rol de interlocutora y, no pocas veces de mediadora en situaciones de conflicto en el mundo. La Iglesia tuvo siempre un rol activo con su voz y con sus mediaciones en las relaciones entre los Estados y entre países en conflicto. Hasta el último día de vida, en el mensaje de Pascua, el Papa Francisco abogó por la paz en el mundo y en especial se preocupó y se ocupó por la guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza. Además, ¿qué jefe de Estado o reyes tuvieron el marco de 250 mil personas en una plaza en un funeral y seguida por millones en el mundo?

-¿Es realmente el Espíritu Santo el que define quien será el Papa?

-Cristo es cabeza de la Iglesia y nos envió el Espíritu Santo para guiar, en todo momento, la vida y la misión para la cual existe la Iglesia. El Espíritu Santo desde los inicios del cristianismo, ha guiado la Iglesia en salida, para abrir brechas de salvación, senderos de vida y esperanza. En espera del Pentecostés estamos en este tiempo de Pascua, en espera y en oración en las misas ofrecidas por la elección del Sumo Pontífice.

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