Obispo Marcelo Benítez asume con el desafío de “resucitar la fe” en Caazapá

Monseñor Marcelo Benítez Martínez recibió la ordenación episcopal y tomó posesión como primer obispo de la nueva Diócesis de Caazapá. En un emotivo acto realizado hoy, el nuncio apostólico Vincenzo Turturro, le pidió encaminar la esperanza de un pueblo “olvidado y herido”. El nuevo pastor pidió la colaboración de la feligresía para lograr un “Caazapá más grande, mejor para todos”.

Momento en que el nuncio Vicenzo Turturro imparte la bendición episcopal a Mons. Marcelo Benítez.
Momento en que el nuncio Vicenzo Turturro imparte la bendición episcopal a Mons. Marcelo Benítez. Gentileza

Esta capital departamental fue testigo hoy de un acontecimiento histórico, con la ordenación episcopal y toma de posesión canónica del Fray Marcelo Benítez, quien se convierte en el primer obispo de la recién erigida diócesis.

La jornada inició con una multitudinaria bienvenida en la rotonda de acceso a la ciudad, donde cientos de fieles se acercaron con emoción para saludar y recibir la bendición de su nuevo pastor espiritual.

Mons. Marcelo Benítez bendice a su nueva feligresía.
Mons. Marcelo Benítez bendice a su nueva feligresía.

Desde allí, en medio de cánticos y vítores, el nuevo obispo fue escoltado a pie hasta el templo de la Parroquia San Pablo, ahora oficialmente la Catedral de Caazapá, convertida en epicentro de la vida eclesial de la región.

La solemne misa de toma de posesión y ordenación episcopal fue presidida por el nuncio apostólico en Paraguay, monseñor Vincenzo Turturro, quien dirigió palabras de profundo simbolismo y reconciliación.

“Estás llamado a ser testigo de la resurrección y misionero de la esperanza. Dios te envía a esta tierra fecunda, herida y olvidada, para guiarla hacia un nuevo amanecer”, expresó el nuncio dirigiéndose a Benítez.

En su homilía, Turturro pidió perdón al pueblo caazapeño en nombre de la Iglesia y de la sociedad paraguaya, por los años de abandono y precariedad que ha sufrido. “Este pueblo merece renacer”, enfatizó.

En su primer discurso como obispo, Benítez se mostró agradecido y comprometido. “Asumimos un gran compromiso, construir una gran diócesis. Esto lo lograremos todos juntos, con unidad, humildad y amor”.

Reafirmó que su ministerio será guiado por los valores franciscanos de sencillez y servicio, y que trabajará en comunión con fieles, sacerdotes, obispos y autoridades para llevar esperanza a todos los rincones del departamento.

“Vamos a trabajar juntos por un Caazapá más grande, mejor para todos, como nos enseñaron nuestros hermanos franciscanos”, concluyó el obispo Benítez, ante una multitud que acompañó la misa.

Su trayectoria

Monseñor Marcelo Benítez Martínez nació el 6 de septiembre de 1956 en el distrito de General Morínigo, departamento de Caazapá. Ingresó a la Orden de los Frailes Menores (O.F.M.), profesando sus votos solemnes el 12 de abril de 1993. Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1994.

Su formación teológica la realizó en el Seminario Mayor Franciscano Fray Luis Bolaños” en Lambaré, cursando estudios en el Instituto Humanístico y Filosófico Jesuita, dependiente de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”. Obtuvo su licenciatura en Teología en 1993.

Desde entonces, ha desempeñado numerosos roles pastorales y administrativos dentro de la Iglesia, como vicario parroquial y luego párroco de la Parroquia “Sagrado Corazón de Jesús” en Villarrica (1994-2000), entre otros cargos. Desde 2019, vicario de la Provincia de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata, que abarca Argentina y Paraguay.

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