La noche decisiva de la revolución silenciosa y su actor “inesperado”

Los próceres del Paraguay no sucumbieron ni al intimidante poder de la Corona Española, tampoco a fuerzas externas que pudieron impedir la independencia. Confiados y armados de valor por victorias en batallas, orquestaron una revolución silenciosa que estalló en la noche de un 14 de mayo, pero de hace 214 años. En este increíble relato de cómo se sucedieron los hechos, el historiador paraguayo Hérib Caballero nos cuenta sobre un actor “inesperado” que adelantó la gesta.

Los próceres de la independencia nacional iniciaron en la noche del 14 de mayo de 1811 la gesta para lograr que el Paraguay se libre de la Corona Española.
Los próceres de la independencia nacional iniciaron en la noche del 14 de mayo de 1811 la gesta para lograr que el Paraguay se libre de la Corona Española.

Unos años atrás e, incluso, meses antes de la independencia, nuestros próceres habían contribuido en la expulsión de los ingleses invasores de Buenos Aires en 1807, así como en las victorias de Cerro Porteño (Paraguarí) y Tacuary (Itapúa), en enero del 1811, contra tropas porteñas que buscaban unir al -aún no independiente- Paraguay a su entidad territorial que estaban organizando.

Estas batallas le sirvieron a los próceres para creer que era posible liberarse del maltrato de la Corona española.

Con ese sentimiento de valor que les invadió en la sangre criolla, sumando a la experiencia ganada en duras batallas, los próceres se erigieron como revolucionarios y empezaron a armar un plan subversivo, conformada en su grueso por militares y que también sumaba a civiles.

Los civiles trabajaban en secreto y los militares se organizaban en los cuarteles. Entre la segunda quincena de abril y la primera de mayo de aquel 1811, el plan subversivo seguía su curso, tanto en Asunción (capital) y en el interior del país.

El plan original: una revolución silenciosa

La intención no era dar un golpe cuartelero, sino una marcha sobre la Capital asuncena. Una revolución silenciosa.

Fulgencio Yegros se sublevaría en Itapúa, mientras que Manuel Atanasio Cabañas movilizaría tropas en las Cordilleras para que, posteriormente, ambos marcharan hasta Asunción. Al mismo tiempo, en Corrientes se prendería la mecha revolucionaria, donde el comandante Blas José de Rozas lo estaba ocupando con fuerzas paraguayas a su mando.

Sin embargo, este plan se vio frustrado porque el gobernador Bernardo de Velazco había sido alertado sobre ello.

Los próceres paraguayos intimando a las autoridades españolas, encabezadas por el gobernador Bernardo de Velazco, a deponer las armas y declarar la independencia del Paraguay.
Motivados por contribuir en la expulsión de los ingleses invasores de Buenos Aires en 1807, así como en las victorias de Cerro Porteño (Paraguarí) y Tacuary (Itapúa) en enero del 1811 contra tropas porteñas que buscaban unir al -aún no independiente- Paraguay a su entidad territorial que estaban organizando, un grupo de criollos creyó que era posible liberarse del maltrato de la Corona española y empezaron a organizarse para una revolución que explotó entre el 14 y 15 de mayo de 1811.

Un actor “inesperado”

El que podría considerarse como frustrador del plan original es un actor “inesperado”, según resalta el historiador paraguayo Hérib Caballero.

Este hombre es el teniente portugués José de Abreu, quien fue enviado para ofrecer tropas portuguesas para asegurar el poder español en el Paraguay que se estaba formando.

Abreu fue al Paraguay como el emisario del gobernador y capitán general de la Capitanía de Río Grande del Sur, Diogo de Souza, quien -a su vez- cumplía las órdenes de Carlota Joaquina de Borbón, infanta española esposa del príncipe regente portugués.

Los próceres paraguayos intimando a las autoridades españolas, encabezadas por el gobernador Bernardo de Velazco, a deponer las armas y declarar la independencia del Paraguay.
Personificación del teniente portugués José de Abreu, quien fue enviado por Calota Joaquina, reina de Portugal, desde Río de Janeiro para ofrecer al gobernador Bernardo Velazco tropas para asegurar el poder español en el Paraguay que se estaba formando.

El historiador cuenta que Abreu había llegado a Asunción el 9 de mayo de 1811 y el 15 de ese mes tenía previsto ir hasta Río Grande del Sur, Portugal, a buscar un contigente de Dragones portugueses que iba a asegurar a los españoles el control sobre territorio nacional.

Una decisión determinante: adelantar la gesta

Enterados de ello, los próceres -jóvenes militares de entre 20 y 28 años- tomaron una decisión determinante para el futuro de la nuestra nación que se iba gestando. Evocaron nuevamente el valor que los dejó marcado en la historia nacional y adelantaron la gesta, aplicando un plan cuyo cronograma tenía tan solo cinco días, según comentó Caballero.

Fue así que Vicente Ignacio Iturbe avisó a Pedro Juan Caballero de lo que estaba ocurriendo y junto a otros emancipadores iniciaron las reuniones secretas en la casa de la familia Martínez Sáenz, actual Casa de la Independencia.

Los próceres paraguayos intimando a las autoridades españolas, encabezadas por el gobernador Bernardo de Velazco, a deponer las armas y declarar la independencia del Paraguay.
Los próceres paraguayos reunidos en la hoy Casa de la Independencia, en mayo de 1811.

La noche de la gesta

Confiados de que ningún contratiempo o actor inesperado podría frustrar el anhelo de un Paraguay libre, los revolucionarios decidieron dar el golpe en la noche del 14 de Mayo sin la presencia de Cabañas y Yegros, que eran los directores de la revolución.

Caballero se convirtió en el capitán y esa noche del 14 dieron los primeros pasos para la Independencia. Un repiqueteo de campanas de la Catedral dio aviso a los subversivos. Se dirigieron y ocuparon los cuarteles de la Plaza y del Colegio.

Ni siquiera los emisarios y guardias del gobernador español quisieron defenderlo para sumarse así a la gesta.

Luego fue Iturbe quien entregó la nota de intimación en el Cuartel General Rebelde al gobernador, quien esa noche ofreció una recepción al actor “inesperado”.

Los próceres paraguayos intimando a las autoridades españolas, encabezadas por el gobernador Bernardo de Velazco, a deponer las armas y declarar la independencia del Paraguay.
Los próceres paraguayos intimando a las autoridades españolas, encabezadas por el gobernador Bernardo de Velazco, a deponer las armas y declarar la independencia del Paraguay.

La Independencia del Paraguay

Nuestros próceres no sucumbieron al rechazo de un Paraguay gobernado por paraguayos e insistieron en su solicitud durante el amanecer del 15 de mayo con una ofensiva. Esta vez, pusieron dos cañones frente a la Casa de los Gobernadores.

Iturbe se presentó nuevamente ante a Velazco para exigirle una respuesta clara y terminante. E gobernador español aceptó gobernar con dos consocios de gobierno (Triunvirato) que fueron designados por el Cuartel Revolucionario y, de ese modo, se inició el proceso de independencia del Paraguay, que se declaró formalmente en el Congreso del 25 de noviembre de 1842.

Fue así que, sin derramar una sola gota de sangre, el Paraguay se emancipó hace 214 años de la Corona española para luego luchar durante los tiempos venideros contra poderes externos a fin de mantenerse como lo que hoy es: un país independiente, libre y soberano.

Imagen actual de la Casa de la Independencia.
Imagen actual de la Casa de la Independencia.

“Todo hombre nace libre, y la historia de todos los tiempos siempre probará que solo vive violentamente sujeto, mientras su debilidad no le permita entrar a gozar de los derechos de aquella independencia con que le dotó el Ser Supremo al mismo tiempo de su creación”, señala parte del discurso inaugural del Congreso de Junio de 1811.

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