Critican los “sistemas ineficaces y corruptos” que afectan a Paraguay

El presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) y Obispo de San Pedro, monseñor Pierre Jubinville, durante el Te Deum de este miércoles 14 de mayo, invitó a los fieles a mantenerla esperanza en medio de “la desidia de sistemas ineficaces y corruptos que deberían atender las necesidades” de la gente. La autoridad eclesiástica lamentó la pobreza, el empleo precario y las grandes faltas en salud y educación.

El presidente de la Conferencia Episcopal paraguaya, monseñor Pierre Jubinville habla durante la misa tedeum en el marco de la celebración del Día de la Independencia de Paraguay este miércoles, en la Catedral Metropolitana de Asunción (Paraguay). EFE/ Juan Pablo Pino
El presidente de la Conferencia Episcopal paraguaya, monseñor Pierre Jubinville habla durante la misa tedeum en el marco de la celebración del Día de la Independencia de Paraguay este miércoles, en la Catedral Metropolitana de Asunción (Paraguay). EFE/ Juan Pablo Pino Juan Pablo Pino

Este miércoles 14 de mayo, monseñor Pierre Jubinville, obispo de San Pedro y Presidente de la CEP, fue el encargado de oficiar el Te Deum. En la oportunidad, instó al pueblo a mantener la esperanza sin dejar de reconocer las grandes faltas que tenemos en materia de empleo precario, pobreza, salud, educación, vivienda y justicia.

Lamentó “la desidia de sistemas ineficaces, auto-referentes y corruptos que deberían atender a esas necesidades”,

Sobre el punto, transmitió el mensaje de los obispos que fue recogido en la carta pastoral de noviembre pasado, en la cual expresan que “la esperanza no se enmohece”.

Ante la situación, alentó a los fieles a seguir demostrando que el pueblo paraguayo es “resiliente y valiente, no se entrega”.

Mantener “una esperanza integral”

Recordó un pasaje del apóstol Pablo y expresó a la gente que “los sufrimientos de hoy no son comparables a la gloria que ha de revelarse en nosotros”.

Aconsejó al pueblo cristiano a mantener una esperanza integral que incluya todos los espacios y tiempos. En este sentido, pidió hacer memoria de Jesús crucificado. “Un hombre descartado violentamente por la religión y el Estado de su tiempo, en los términos de hoy un ‘gran perdedor’, que su posteridad proclama vencedor de la muerte y de la desesperación”, manifestó el líder eclesiástico.

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“La esperanza no defrauda”

Recordó al apóstol Pablo, señalando que “la esperanza no defrauda porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones”.

Pidió a los fieles valorar la esperanza que recibieron como “un don en el presente”, y añadió que recibimos también “seguridad, confianza, valor, dignidad y belleza irreductibles”.

Por lo tanto, reforzó la idea de que “los sufrimientos de hoy no son comparables a la gloria que ha de revelarse en nosotros”.

En cuanto a la dignidad y fortaleza recibidas, dijo que estas sirven para acoger el pasado, “no negarlo, no obviarlo, no reducirlo a cuentos míticos”.

Con respecto al pasado, advirtió que no es “ni el paraíso dorado de todos los valores puros e intactos, ni el lugar del progreso que faltaba”.

Esperanza que “nos aleja de mensajes simplistas”

Como valor agregado, resaltó que mirar el pasado con esperanza nos aleja de los mensajes simplistas de glorificación y auto-justificación.

Con respecto al don que recibimos como regalo, resaltó que nos permite ir al pasado “con realismo y genuino interés”.

Es este reconocimiento del presente y del pasado el que nos permite “reconocer y sanar traumas, no sin pasar por duelos y conflictos”.

De la misma manera, pide que veamos el presente, con la posibilidad de superar las jerarquías, las divisiones y los órdenes falsos.

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“Mirar juntos en la misma dirección”

“Somos diferentes y podemos amarnos de verdad, lo que significa no mirarnos los unos a los otros, sino mirar juntos en la misma dirección. Esto requiere un acto de fe en nosotros mismos, en los demás, en Dios”, manifestó el Obispo.

Una vez reconciliados con el pasado, para monseñor Pierre Jubinville es posible mirar hacia adelante con confianza. “Esta esperanza, realmente no defrauda; más bien libera, arraiga, sostiene, energiza, motiva. Que brote en todo nuestro pueblo en su día”, finalizó el Obispo en su mensaje.

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