Las actividades contaron con la presencia de autoridades políticas, educativas y comunitarias, además de una masiva participación ciudadana. Los actos se desarrollaron bajo un cielo cubierto de banderas tricolores, enmarcando una tarde de civismo y orgullo nacional.
La niñez y la juventud estudiosa sampedrana ofrecieron cuadros alegóricos, mensajes patrióticos y expresiones artísticas, recordando con firmeza el legado de los héroes de 1811. Varios estudiantes aprovecharon la ocasión para expresar públicamente su rechazo a la corrupción y exhortaron a las autoridades actuales a trabajar con honestidad y amor a la patria, honrando el sacrificio de quienes forjaron la independencia nacional.
El evento también rindió un sentido tributo a las madres, con presentaciones especiales que combinaron tradición, arte y valores familiares.
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Desde el palco de honor, las autoridades siguieron el desfile, marcado por la solemnidad y el compromiso cívico de los participantes. La jornada dejó una reflexión profunda sobre el alejamiento de la clase política actual, de los ideales de los próceres, y el deseo colectivo de que el espíritu patriótico vuelva a guiar el rumbo del país.