El vuelo de Paranair ZP871, proveniente de Jujuy, Argentina, que debía aterrizar en Asunción, Paraguay a las 15:40, tuvo que ser desviado dos veces debido a la tormenta y sobre todo a los fuertes vientos.
Según reportaron, las turbulencias, debido al mal tiempo, se sintieron de manera muy intensa en el avión y duraron alrededor de media hora.
Debido a esta situación, el avión desvió su destino original del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, al Aeropuerto Internacional Guaraní, en Minga Guazú. Sin embargo, allí tampoco pudo aterrizar, también debido a las condiciones climáticas.
Finalmente, la aeronave volvió a ser derivada al aeropuerto de Pedro Juan Caballero, en Amambay. Allí aterrizó poco después de las 16:30 con sus 28 pasajeros sanos y salvos, según confirmó Rubén Aguilar, director de aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac).
El avión habría realizado un aterrizaje por instrumentos, según trascendió.
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El vuelo había partido a tiempo del aeropuerto de Jujuy Gobernador Horacio Guzmán, en un avión CRJ 200 con espacio para 50 pasajeros.
Pasajeros trasladados a Asunción
Ya en tierra, y luego del gran susto, Juan Manuel Bordón, comandante de la aeronave, se dirigió a los pasajeros para explicar lo sucedido y tranquilizarlos. Los pasajeros debieron esperar la llegada a Pedro Juan Caballero de otra aeronave de la flota de Paranair.
El avión original debió quedarse en el norte del país ya que en la zona tampoco se disponía de suficiente combustible para abastecer a la máquina.
Debido a la intensa experiencia vivida algunos de los pasajeros prefirieron trasladarse por tierra a Asunción.
Alrededor de las 19:40 el avión de reemplazo despegó con rumbo a Asunción, donde aterrizó cerca de las 20:30, bajo una intensa lluvia.
La tripulación original permaneció en Pedro Juan.