En Tava Guaraní, la situación es crítica: el colegio y la escuela comparten un mismo predio con solo tres aulas disponibles. Ante esa situación, los estudiantes deben turnarse para recibir clases o, en muchos casos, hacerlo bajo árboles. Padres, docentes y alumnos reclaman la construcción de nuevas aulas, acceso a internet, mobiliarios adecuados, una cocina comedor y, sobre todo, el pago urgente a docentes que actualmente trabajan sin percibir salario.
Ante la falta de respuesta de las autoridades educativas, la comunidad decidió tomar el establecimiento como medida de presión, exigiendo presencia inmediata del MEC y soluciones concretas.
Por otra parte, en el Colegio Nacional Sargento Francisco Montanía, del distrito de Lima, ubicado en una zona rural, la situación no es menos alarmante. La falta de rubros docentes impide el normal desarrollo de las clases para unos 70 estudiantes. Según denuncian, las solicitudes para cubrir las vacancias fueron presentadas desde el año 2022, sin que hasta la fecha se haya dado respuesta.
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La comunidad educativa de Lima también se ve forzada a suspender actividades escolares y mantener la toma del colegio, reiterando su pedido de solución urgente por parte del Ministerio.
Ambas movilizaciones reflejan el creciente malestar por la desatención del sistema educativo en zonas rurales del departamento de San Pedro, donde la falta de infraestructura básica y recursos humanos compromete seriamente el derecho a una educación digna.