Desde hace más de un año, la intersección de las calles Domingo Montanaro y Dr. Eduardo San Martín, ubicada en el barrio San Pablo y a solo una cuadra de la avenida Eusebio Ayala, se volvió el epicentro de obras de desagüe pluvial que avanzan a un ritmo muy lento.
Los vecinos de la zona manifestaron su malestar por lo lento que progresa la obra, a raíz por la cual se les corta el suministro de agua, se les dificulta acceder a sus hogares y trabajar con normalidad.
“La empresa constructora dice que entre dos o seis meses estarían finalizando la obra, pero no avanzan. Nosotros tenemos una panificadora y pasamos muchas dificultades para realizar las entregas”, señaló Tomás Dávalos, vecino de lugar.
Ante la pregunta sobre como hacen frente a esta situación que deben atravesar a diario, comentó: “Ya no podemos aguantar más. Ya pasó mucho tiempo y no vemos una solución. Esta gente tiene que hacer lo posible para terminar lo más rápido porque a todos los vecinos nos afecta de muchas maneras”.
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Cuando fue consultado por la presencia de las autoridades, dejó en claro que los mismos nunca aparecieron por el lugar.
Excavación debe hacerse en seco
Otro punto en el que los trabajos de alcantarillado avanzan a paso lento en el barrio San Pablo está ubicado en calle Yporã esquina Incienso.
“La dificultad que tenemos es que hay una tubería que constantemente viene con agua de arroyo, que cruza la calle De la Victoria hacia el Barrio San Pablo. El problema que tenemos es que debemos bombear esa agua, hacer un bypass y desviar, para hacer nuestra excavación en seco”, explicó el ingeniero Carlos Gómez, Fiscal de Obras.
Seguidamente, el profesional indicó que esa situación hace que la excavación se haga de manera lenta, porque de otra sería perjudicial.
Otra de las quejas de los vecinos pasa por los servicios básicos, los cuales casi a diario se ven afectados. “En la parte de electricidad no tuvimos ningún reclamo. En la parte de agua sí y la Essap nos está apoyando para tratar de cubrir rápidamente esos reclamos. Al ser una obra muy invasiva, la excavadora lastimosamente toca los caños”.
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“En esta cuadra estamos hace un mes, por la complejidad de la obra. Tratamos de avanzar lento, pero seguro. De igual forma vamos a intentar avanzar lo más rápido posible, porque sobre esta calle aún nos queda trabajar sobre siete cuadras”, concluyó.