La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica caracterizada por la presencia de dos o más crisis convulsivas no provocadas, producto de una alteración en la actividad eléctrica del cerebro. En nuestro país se conmemora el Día Nacional de la Epilepsia cada 24 de mayo.
Esta condición suele asociarse a una predisposición persistente del sistema nervioso central para generar convulsiones recurrentes, y puede tener consecuencias neurobiológicas, cognitivas y psicosociales.
¿Qué debemos saber sobre la epilepsia?
- No es contagiosa.
- Puede presentarse a cualquier edad, aunque es más frecuente en niños pequeños y en adultos mayores de 65 años.
- Gracias al tratamiento médico adecuado y al acompañamiento social y familiar, la mayoría de las personas con epilepsia pueden llevar una vida plena, funcional e independiente.
- Con el uso correcto de medicamentos antiepilépticos, muchas personas logran vivir sin crisis convulsivas.
¿Qué hacer ante una convulsión?
- Mantener la calma.
- Colocar a la persona de lado, en posición segura.
- Retirar objetos cercanos que puedan causar lesiones.
- No intentar abrir la boca ni introducir objetos.
- No sujetar a la persona.
- Llamar a un servicio de urgencias si la convulsión dura más de cinco minutos o si es la primera vez que ocurre.
Causas de la epilepsia
Epilepsias de origen genético: se presentan sin una causa aparente, pero con un componente hereditario reconocido.
Epilepsias sintomáticas o estructurales: provienen de lesiones cerebrales previas como traumatismos, tumores, malformaciones o infecciones del sistema nervioso central.
Epilepsias de causa desconocida: en algunos casos, no es posible identificar la causa, incluso con estudios especializados actuales.
Vivir con epilepsia
La epilepsia no impide llevar una vida significativa. Con adherencia al tratamiento, hábitos de vida saludables y el respaldo del entorno, el impacto de esta enfermedad puede ser mínimo.
Es importante, sin embargo, que quienes padecen epilepsia eviten actividades que puedan poner en riesgo su vida o la de otros en caso de una crisis inesperada, como nadar sin supervisión, conducir o manejar maquinaria pesada.
“La epilepsia no define a las personas. El conocimiento y la empatía sí definen cómo las acompañamos", indican desde el Ministerio de Salud Pública.