El Centro Pompidou, una de las instituciones culturales más prestigiosas del mundo, anunció la instalación de una nueva sede en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú, en la estratégica zona de la Triple Frontera. El diseño de este nuevo epicentro cultural estará a cargo del arquitecto paraguayo Solano Benítez, reconocido internacionalmente por su enfoque innovador.
La decisión forma parte de una expansión global del Pompidou, que ya cuenta con sedes en ciudades como Málaga, Bruselas, Shanghái y Al-Ula, en Arabia Saudita.
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En palabras de Benítez, esta antena cultural representa una oportunidad única para generar vínculos entre el territorio sudamericano y Francia: “Es un gesto político, cultural y educativo de gran trascendencia”, afirmó.
Un proyecto de años y de muchas manos
El arquitecto relató que este proceso lleva ya más de cuatro años de trabajo conjunto entre el gobierno del estado de Paraná, la Secretaría de Cultura de Brasil y la Fundación del Centro Pompidou. En su momento, Benítez fue seleccionado de una lista de 30 arquitectos de todo el mundo.
“Pasé por distintas etapas, reuniones, y finalmente me comunicaron que querían desarrollar este proyecto conmigo”, detalló.
Durante ese proceso, su estudio ubicado en Asunción y compuesto por un equipo reducido y selectivo, elaboró múltiples propuestas.
Para el diseño del centro, no se pensó en una idea genérica de museo, sino pensar una estructura viva de aprendizaje cultural. “Estamos diseñando en Asunción, en conjunto con colegas de Argentina, Brasil y Europa. La ingeniería también está siendo desarrollada en Europa”, explicó.
Cultura como motor de arraigo
Para Benítez, la elección de Foz de Iguazú no es casual porque es un punto esencial donde confluyen tres países, tres culturas y una enorme vitalidad.
“Este centro cultural no solo expondrá arte; se convertirá en un agente económico y un espacio que promueve el arraigo, el aprendizaje y el encuentro”, expresó.
El arquitecto también destacó que el diseño no busca replicar modelos ya existentes, sino crear un lenguaje con identidad. “No se trata de imponer una obra, sino de construir una comunidad con las piedras”, concluyó.
Benítez resaltó su trayectoria marcada por premios internacionales como el León de Oro en la Bienal de Venecia. Subrayó además que esta obra es un nuevo desafío. “No hemos terminado aún. Este proyecto apenas comienza y espero seguir contribuyendo”, expresó con emoción.