Bajar la edad de imputabilidad: “no es la solución”, dice abogado

Luego de que el ministro del Interior mencionara que parlamentarios estarían impulsando la reducción de la edad de imputabilidad penal a 14 años, el abogado Óscar Tuma se pronunció en contra de la propuesta. Advirtió que criminalizar a menores no resolverá el problema de fondo y que una medida de este tipo implicaría un retroceso en materia de derechos humanos.

El abogado Óscar Tuma.
El abogado Óscar Tuma.Juan Pablo Pino

El abogado Óscar Tuma se pronunció en contra de la posibilidad de reducir la edad de imputabilidad penal a 14 años. En conferencia de prensa realizada este lunes, el ministro del Interior, Enrique Riera, afirmó que existen parlamentarios interesados en impulsar esta propuesta, bajo el argumento de que muchas organizaciones criminales utilizan a menores para cometer delitos, y que la medida podría ser una respuesta a ese problema.

Sin embargo, Tuma expresó su rechazo a la idea a través de una publicación en su cuenta de X. “Bajar la edad penal no es la solución. Criminalizar a niños de 12 o 13 años no resuelve el problema de fondo”, afirmó.

Derechos del Niño

El abogado recordó que Paraguay es Estado parte de la Convención sobre los Derechos del Niño, que recomienda los 14 años como edad mínima para la responsabilidad penal. “Reducir esa edad sería una regresión en derechos humanos y expondría al país a sanciones internacionales”, advirtió.

Tuma también apeló a fundamentos científicos para sustentar su postura. “El desarrollo neurológico de un niño menor de 14 años no le permite ejercer un juicio crítico maduro. Tratarlo como adulto es jurídicamente desproporcionado y éticamente inaceptable”, señaló.

Asimismo, cuestionó lo que denominó como una visión simplista del problema: “Bajar la edad penal es esconder el problema debajo de la alfombra. Lo que se necesita es fortalecer el sistema de protección integral, crear centros especializados de rehabilitación y combatir frontalmente a las estructuras delictivas que usan a niños como escudo de impunidad”.

Fortalecer la protección y la educación

Finalmente, Tuma concluyó que la verdadera solución no pasa por endurecer las penas, sino por una presencia más activa del Estado: “No es más castigo lo que se necesita, sino más educación, más protección y más oportunidades. No sigamos el camino fácil del populismo punitivo”.

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