Como si se tratara de una película de terror, en donde todo cruje tétricamente y las alimañas pululan en cada rincón; así es el Hospital General de Luque, según la denuncia que realizan familiares de pacientes internados el servicio que depende del Ministerio de Salud Pública (MSPBS).
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Cucarachas y ratones son dueños de salas y pasillos, afirman los familiares de pacientes hospitalizados, que además deben soportar incómodos y herrumbrados mobiliarios.
Lita Orrego, ciudadana paraguaya que reside en Estados Unidos hace 34 años, llegó al país para acompañar a su madre, quien es paciente trasplantada y está hospitalizada desde hace semanas en el Hospital General de Luque. Cuenta ella que durante los días que su madre lleva internada, le ha tocado ver la inmundicia del establecimiento sanitario, que apenas dispone de dos limpiadoras para asear todo el lugar, según sus averiguaciones.

“Mi mamá es una señora de 85 años, trasplantada renal hace 23 años en Nueva York, también tuvo una cirugía de cáncer allá. Pese a que todavía no estaba bien luego de esa cirugía, ella ya quiso volver, porque ama su Paraguay. Acá se descompensó, dejó de orinar y tuvo una infección urinaria. Se le internó primero por 10 días", cuenta Lita.
Según la denunciante, el médico que atendió a su madre en aquella ocasión, ni siquiera quiso hospitalizarla y buscó enviarla a su casa. Asegura que su madre ya estaría muerta de no haber exigido la internación.
Hospital General de Luque: segunda internación en la sala del terror
Luego de su primera alta, la paciente requirió otra internación. Actualmente, está encamada en el Hospital General de Luque desde el lunes pasado, es decir, desde hace 8 días.
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“Volvimos al hospital para otra internación, porque tenía una infección hospitalaria. Desde ese momento que estamos en una sala del terror. Le llamo así porque es vergonzosa la falta de higiene, el baño no funciona, se tiene que tirar agua en palangana. Los familiares tienen que limpiar, porque es asqueroso el lugar”, afirmó.

“Es deplorable la situación, incluso compramos veneno para las cucarachas que invaden el lugar. Si abrís una mesita de la sala, hay cientos de cucarachas. Los familiares de pacientes incluso matan ratas”, agregó.
Lita explicó que como ella es una persona que está tomando quimioterapia semanalmente, le debe pagar a otra persona para el cuidado de su madre y la limpieza del espacio donde está hospitalizada.
Hospitalizada en medio de hombres
Lita lamentó también que su madre, una mujer mayor de 85 años, deba estar hospitalizada entre hombres, ya que supuestamente no hay otro lugar en donde pueda estar la paciente con otras mujeres.

“Ella está ahí en medio de un anciano y un joven. El biombo que los separa es asqueroso, sucio, herrumbrado y, el señor que está al lado de mi mamá tiene un problema en el pie, por lo que no se puede levantar. Hace pipí en una botella que se cortó por la mitad y cuando tose, escupe en el piso, pobrecito. En medio, está mi mamá, una trasplantada renal; para mí es de terror eso”, sostuvo.
La mujer realizó su queja ante las autoridades del hospital, pero la respuesta fue simple y tajante: no hay lugar. Lita incluso buscó la manera de contactar con la ministra de Salud, María Teresa Barán, quien le respondió vía mensajes, que buscarían la forma de trasladar a la paciente a otra sala de mujeres o trasladarla incluso a otro hospital.

Sin embargo, varios días han pasado de esa promesa, y "todo sigue igual", aseguró la denunciante. “Siempre pensé que lo que leía en los medios de comunicación era exageración, pero ahora me doy cuenta que es mucho peor”, finalizó diciendo.