El Tribunal de Sentencia Especializado en Delitos Económicos, presidido por la jueza Yolanda Morel e integrado por sus colegas Ana Rodríguez y Karina Cáceres, dio por iniciado el juicio oral y público a la procesada Gudelia Vargas Armoa, esposa de Marcio Ariel Sánchez Giménez, alias Aguacate. Ella está acusada por lavado de dinero provenientemente de la actividad de su marido, el sicariato, según la Fiscalía.
En la primera jornada de juicio la defensa de Gudelia Vargas, ejercida por el abogado Eutavio Larrea Acosta, planteó varios incidentes, entre ellos la nulidad de la acusación. Según explicó es porque su cliente “solicitó dos veces oportunidad para declarar en su indagatoria, pero la Fiscalía no le dio la oportunidad”.
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Añadió Larrea Acosta que, cuando lograron acceder a la carpeta fiscal, el contenido no estaba foliado y en juicio sí, con 467 fojas. Por esta razón y a fin de poder conocer a fondo del contenido de la causa, solicitó se aplace el inicio del mismo.
A esto sumó, que el Tribunal otorgó un plazo de 72 horas al Ministerio Público, representado por las fiscalas Luz Guerrero y Verónica Valdéz, para que traduzca los documentos en portugués que están dentro de la carpeta fiscal. El abogado de la defensa consideró que esto lo debió realizar la Fiscalía antes de presentar su requerimiento conclusivo acusatorio.
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Los incidentes de la defensa fueron rechazados por las juezas, por lo que la misma repuso lo resuelto por el Tribunal de Sentencia, que corrió traslado al Ministerio Público para que responda a los planteamientos hechos. La contestación de la Fiscalía está prevista para el miércoles 11 de junio, a las 11:00, cuando se dará continuidad al juicio oral.
Dinero del sicariato fue utilizado para compra de bienes
De acuerdo con datos de la acusación presentada por el entonces fiscal Osmar Legal (hoy juez penal de garantías), el supuesto sicario Marcio Ariel Sánchez Giménez, alias “Aguacate”, se inició como miembro de organizaciones criminales destinadas al tráfico de drogas. Específicamente, se desempeñó como matón del asesinado Jorge Rafaat Toumani.
Tras la muerte de su patrón, en junio de 2016, Marcio Sánchez se reorganizó con el reclutamiento de personas que pudieran dedicarse junto a él, y bajo sus instrucciones, a llevar a cabo asesinatos a cambio de la obtención de réditos económicos.
Es así que, para la estructuración de su “empresa”, contrató con apoyo de familiares, que también cuentan con procesos penales abiertos por homicidio doloso, lesión grave, asociación criminal y violación a la Ley de Armas.
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Mediante la comisión de muertes por encargo, Marcio Sánchez habría obtenido importantes sumas de dinero por parte de facciones criminales de importante influencia en la zona norte del país, entre ellas el Primer Comando Capital (PCC), así como Sergio de Arrúa Quintiliano Neto, alias “Minotauro”, y también el clan Mota, según la acusación.
Dichos pagos que recibía Sánchez por los trabajos realizados habrían sido destinados principalmente a la compras de rodados, inmuebles, inversiones en armas, joyas, animales y en comercios con apariencia legal. Estos eran adquiridos de forma directa por él y en otros casos por personas de su confianza.
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Gudelia simuló ingresos de más de G. 4.700 millones
Dentro del esquema de lavado de activos provenientes del sicariato, Gudelia Vargas Armoa resulta la principal colaboradora de su pareja Marcio Sánchez para la ocultación de bienes e inversiones obtenidas, siempre de acuerdo con la acusación presentada por el Ministerio Público.
Así se tiene que Gudelia Vargas, desde el 2016 hasta el 2022, simuló ingresos por valor de G. 4.737.321.970 para así obtener bienes que financió con el fruto de las actividades criminales que realizaba su pareja sentimental Marcio Ariel Sánchez Giménez.
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Gudelia Vargas Armoa, según consideró la Fiscalía, al igual que Sánchez, no registró empleos lícitos o conocidos hasta 2016, cuando después de la muerte de Jorge Rafaat formalizaron su inscripción en el sistema tributario, además de iniciar compras de bienes e inversiones.
Vargas Armoa se registró como “pequeño contribuyente” y vinculó un comercio con nombre de fantasía: “Rilsi Bazar”. De esta forma, entre el 2017 y 2019 se inscribió como comerciante al por menor en comercios no especializados y el 22 de julio declaró como rubro el comercio al por menor de productos textiles, y desde el 5 de octubre de 2020 producción de ganado vacuno.
En 2021 ya declaró ingresos que supuestamente le generaría el comercio al por menor en hipermercados y supermercados. Estas actividades declaradas por Gudelia Vargas fueron para simular sus supuestos ingresos y ocultar el conocimiento real del origen de todos sus bienes.
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En este aspecto, resulta llamativo que desde su inscripción como contribuyente registró mayores egresos que ingresos; en el referido periodo de tiempo sus egresos rondaban los G. 100.000.000 a 480.000.000 y sus ingresos, entre los G. 100.000.000 y 470.000.000. Tanto así que, en el ejercicio fiscal de 2021, registró ingresos por G. 2.455.811.502 y egresos por valor de G. 2.552.972.192.
También entre el 2020 y 2021 adquirió inmuebles en la ciudad de Pedro Juan Caballero. Además, con el fin de ocultar el origen real del dinero obtenido por Marcio Sánchez adquirió ganado y, en noviembre de 2020, obtuvo el registro oficial de la marca y señal para su ganado, que asciende a una población de 95 animales entre vacas, vaquillas, desmamantes machos y hembras y terneros.
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Asesinato de Aguacate, en Pedro Juan Caballero
El próximo 16 de junio se cumplirán dos años del homicidio del, considerado por la Policía Nacional, como jefe de sicarios, Marcio Ariel Sánchez Giménez, alias Aguacate o Fruta. El doctor Marcos Prieto, forense de Pedro Juan Caballero, había señalado que él fue asesinado 12 horas antes de ser encontrado.
Cabe recordar que el cadáver de Aguacate había sido hallado, envuelto con una frazada, cerca del Departamento de Investigaciones de la Policía de Amambay.
El forense había detallado que se contabilizaron 33 impactos de bala en la cabeza, el cuello, la espalda, pierna y brazos, todos de calibre 9 mm. “Los disparos mortales fueron en la cabeza; la causa de la muerte ya fue dada como traumatismo craneoencefálico grave”, expuso en aquella oportunidad.