La cifra pone en evidencia la persistencia de este grave problema social, que afecta principalmente a mujeres, niños, niñas y adultos mayores, sectores más vulnerables dentro del entorno doméstico.
De acuerdo con los informes, los casos denunciados incluyen agresiones físicas, maltratos psicológicos, amenazas, violencia económica y hechos de abuso de autoridad en el ámbito familiar.
Los casos se concentran principalmente en Caacupé, Eusebio Ayala, Arroyos y Esteros, Tobatí, Altos y San Bernardino, aunque se reportaron denuncias en casi todos los distritos del departamento.
“Es preocupante porque estamos hablando de hechos que en su mayoría ocurren dentro de las casas, y en muchas ocasiones, permanecen ocultos por miedo o dependencia emocional o económica de la víctima hacia el agresor”, expresó la agente fiscal Fabiola Sosa, una de las encargadas de investigar este tipo de causas en la zona.
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Trabajo articulado y contención a las víctimas
Desde la III Región Sanitaria de Cordillera informaron que los hospitales distritales y centros de salud cuentan con personal capacitado para asistir a personas víctimas de violencia familiar, ofreciendo atención médica, contención psicológica y asesoramiento social.
Además, se trabaja en conjunto con Codeni, Dirección de Género de la Gobernación, juzgados de paz y organizaciones de mujeres para garantizar el acompañamiento integral en cada caso.
Llamado a romper el silencio
Las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier hecho de violencia intrafamiliar, ya sea como víctima directa o como testigo, a través de los canales habilitados: 911, Policía Nacional, Ministerio Público o el 147 Fono Ayuda en el caso de menores de edad.
“La denuncia oportuna salva vidas y evita tragedias. No debemos permitir que la violencia se normalice en nuestros hogares ni en nuestra comunidad”, remarcaron desde la Dirección de Género de la Gobernación.
Preocupación por cifras constantes
Si bien las autoridades valoran que cada vez más víctimas se animan a denunciar, preocupa que las cifras de violencia familiar se mantengan altas año tras año. Según datos del Ministerio Público, en 2024, se reportaron más de 200 casos en Cordillera, lo que sugiere que el fenómeno sigue siendo una problemática estructural en la zona.
Desde la Policía Nacional señalaron que se vienen realizando campañas de prevención, charlas en instituciones educativas y espacios comunitarios, pero insistieron en que la colaboración de la ciudadanía es clave para detectar y detener estos hechos a tiempo.