Un total de 98 agricultores del departamento de Guairá fueron certificados oficialmente como productores orgánicos, luego de completar los requisitos establecidos para la validación de sus prácticas agrícolas sin uso de agroquímicos ni fertilizantes sintéticos.
Durante la jornada, se hizo entrega simbólica de 30 certificados en la Municipalidad de Yataity, mientras que el resto será distribuido próximamente. Estos documentos permiten a los productores acceder a mercados diferenciados que exigen productos con certificación de origen orgánico.
Los beneficiarios provienen de varias comunidades rurales del departamento de Guairá. Entre las localidades representadas están Loma Barreto, Valle Pytã, Potrero Benegas y 13 de Junio, de Yataity; Caroveni y Mbopikua de Villarrica; así como Santo Domingo, Rubio Ñú e Yroysã de Independencia.
Según los organizadores, la certificación es el resultado de un proceso técnico que incluyó inspecciones de campo, capacitaciones y seguimiento de prácticas sostenibles. Además, forma parte de una estrategia más amplia para fortalecer la agricultura familiar en la región. Finalmente, el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), fue la institución encargada de verificar las fincas y aprobar la certificación.
Uno de los casos destacados es el de Eusebia Garcete, de la compañía Loma Barreto, quien además de cultivar algodón orgánico, se dedica al tejido de ao po’i. Según explicó, contar con un respaldo documental de su producción facilitará la relación con potenciales compradores interesados en productos artesanales elaborados con materia prima certificada, los cuales son principalmente visitantes del extranjero.
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Garcete integra un comité de productores orgánicos que llevaba aproximadamente 11 años gestionando esta certificación. Indicó que el grupo está compuesto por agricultores dedicados a diferentes rubros, como horticultura, fruticultura y producción de algodón.
<b>Agricultura familiar orgánica</b>
La mayoría de los productores certificados pertenecen al sector de la agricultura familiar, es decir, cultivan principalmente para el autoconsumo, y comercializan los excedentes en ferias o mercados locales. Con esta acreditación, podrán participar en espacios de comercialización que exigen productos con trazabilidad orgánica.
Además del valor comercial que representa la certificación, esta también habilita a los productores a acceder a ciertos programas estatales de apoyo, así como a iniciativas privadas que promueven la producción agroecológica.
El proceso de certificación fue acompañado por técnicos especializados de la Asociación de Productores Orgánicos (Apro) y el Centro de Estudios y Formación para el Desarrollo Alter Vida vinculadas al desarrollo rural sostenible. Estas instituciones brindaron asistencia durante el cumplimiento de los estándares requeridos por los organismos certificadores.
La certificación también permite al consumidor contar con información sobre el origen y el manejo de los alimentos que consume, lo cual es un valor cada vez más demandado en ciertos segmentos del mercado.
Mercado y cocina para derivados
Se anunció la habilitación de un mercado municipal para los productores orgánicos de Yataity, previsto para finales de junio. Este espacio permitirá a los agricultores certificados ofertar sus productos directamente al consumidor, sin intermediarios, lo que podría mejorar sus ingresos y visibilidad.
El mercado contará con infraestructura básica y espacios adecuados para la venta de productos frescos, además de equipamiento industrial para la elaboración de nuevos productos derivados. Una de las principales novedades será la producción de harina de calabaza, reconocida por su alto valor nutricional.
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La harina de calabaza será utilizada también en la elaboración de panificados dietéticos y libres de gluten, generando un valor agregado a la producción local, además de diversificar la oferta y consolidar un modelo de producción y comercialización sostenible en la región.