En el distrito de Gral. Eugenio Alejandrino Garay, departamento de Guairá, dos instituciones educativas presentan pabellones clausurados por fallas estructurales. La comunidad educativa aguarda la intervención de las autoridades para la reparación de las infraestructuras y la mejora de las condiciones escolares.
Una de ellas es la Escuela Básica Nº 5270 Santa Catalina de Siena, ubicada en la compañía Santa Catalina. La institución vio clausurado uno de sus bloques principales, que cuenta con tres salas, debido al severo deterioro de la estructura. Las vigas y tijeras de madera del pabellón, construido hace 22 años, presentan deformaciones visibles por el peso del techo, la humedad persistente y la antigüedad del edificio.
La encargada de despacho de la institución, Lic. Nélida Elizabeth Flores, señaló que llevan al menos cuatro años solicitando la refacción del bloque sin éxito. Este año, finalmente se ordenó su clausura por recomendación técnica, ante el riesgo inminente que representa para los estudiantes y docentes.

El bloque fue incluido en un paquete de obras licitado por la Municipalidad de Garay, que adjudicó un presupuesto de G. 159.070.600 para su reparación. Sin embargo, las obras que debían comenzar en junio fueron suspendidas a raíz de una protesta presentada por otra empresa que participó del proceso licitatorio, según informó el intendente Walter Troche.
Lea más: Itaipú no tiene ni fecha para reparar la “escuela modelo” San Francisco
Otro bloque inaugurado en 2013 también presenta deficiencias estructurales. Las aulas sufren inundaciones con cada lluvia, debido a filtraciones que afectan gravemente la madera de las vigas y comprometen su seguridad.
Además de los problemas edilicios, la institución lidia con mobiliario en pésimo estado. Pupitres rotos, remendados año tras año, impiden el normal desarrollo de las clases y exponen a los alumnos a condiciones indignas para el aprendizaje.

A esta situación se suma la falta de rubros docentes y para el cargo de dirección. Ante la negativa del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) de habilitar nuevas plazas por la escasa matriculación, la escuela funciona con el sistema de plurigrado.
Los padres de familia, cansados de promesas incumplidas, realizaron una protesta a inicios de este año exigiendo al MEC respuestas concretas. Entre ellos, Elva Fariña criticó el desinterés de la institución rectora de la educación del país.
“¿Cómo van a tener más alumnos si la escuela se cae? Los padres ya no quieren mandar a sus hijos acá”, cuestionó.
Lea más: Centenaria escuela de Villarrica aguarda la refacción de 13 aulas
Según Fariña, el abandono prolongado generó un círculo vicioso. A menor matrícula, menos inversión estatal; pero a peores condiciones, más deserción o migración a otras escuelas.
La situación no es mejor en la Escuela Básica Nº 1379 Virgilio Ramón Legal, también del distrito de Garay. En esta institución, un bloque completo ubicado en la entrada fue clausurado por representar un alto riesgo. El edificio, muy antiguo, dejó de ser usado para clases y actualmente sirve de depósito de materiales en desuso.

Además, un aula destinada a nivel inicial también presenta filtraciones y deterioro significativo en paredes y techos, afectando las condiciones en que los más pequeños desarrollan sus clases. Esta aula fue incluida en el mismo paquete de obras del municipio, pero no así el bloque clausurado, por el alto costo que implicaría su recuperación o la eventual demolición y construcción de uno nuevo.
La escuela Virgilio Legal también comparte su predio con el Colegio Técnico San José, lo que genera problemas para el uso del único sanitario. Cerca de 200 estudiantes de ambos niveles deben compartir el baño.
La directora, Lilian Martínez, indicó que viene solicitando desde hace tiempo la construcción urgente de un baño sexado para estudiantes de primero a noveno grado, con el objetivo de garantizar condiciones mínimas de higiene y privacidad.
Pese a que ambas instituciones forman parte del programa de microplanificación del MEC, sus pedidos no fueron atendidos con la urgencia necesaria. Padres de familia advirtieron que estas condiciones afectan directamente el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues trabajar en espacios deteriorados, sin recursos y con sobrecarga de alumnos es prácticamente insostenible.