Pobladores del barrio Retiro de Capiatá se manifestaron en contra de la instalación de una planta asfáltica a cargo de la empresa MM S.A., ubicada a escasos metros de zonas residenciales. Denuncian que la operación de la planta ya está generando graves consecuencias ambientales y problemas de salud entre los vecinos.
Los afectados señalan que la planta comenzó a operar hace tres semanas sin una consulta previa a la comunidad y sin la presentación de permisos ambientales válidos. Víctor Romero, vecino de la zona, indicó que la cercanía de la planta representa una amenaza directa para cientos de familias.
“Estamos totalmente en zona urbana. Cerca hay casas, escuelas, un colegio con más de 2.000 alumnos. Esto ya está afectando la salud de la gente”, expresó.

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Denuncias ante la Municipalidad y el MADES
Según Romero, recién después de la presión vecinal se realizó una reunión entre la comunidad, representantes de la empresa y la Municipalidad. Sin embargo, la información brindada fue confusa y no se presentaron evidencias de que la empresa cuente con todas las habilitaciones necesarias.
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Los pobladores aseguran que la planta funciona desde las 6:30 hasta cerca del mediodía, y nuevamente en horas de la tarde, generando olores penetrantes y emisiones contaminantes.
“El viento lleva ese polvo negro a todas partes. Queda en las casas, lo respiramos. Hay muchas criaturas, adultos mayores. Ya no se puede vivir así”, reclamó otro poblador, quien asegura estar sufriendo afecciones respiratorias.
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La salud no se negocia
Marcelo Enciso, otro referente barrial, confirmó que tras una reunión con los responsables de la firma, se llegó a una tregua bajo el compromiso de mitigar los efectos de la planta, pero advirtió que el problema de fondo sigue vigente.
“Esto no se trata solo de mitigar olores. La planta está a solo 60 metros de nuestras casas. No puede operar en zona urbana, así de simple. Pedimos que se retire de manera urgente. La salud de nuestras familias no es negociable”, sentenció.
Los vecinos ya presentaron más de 70 denuncias a través del sistema del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), además de notas formales a la Municipalidad de Capiatá.
Insisten en que la instalación viola normativas ambientales y urbanísticas, y advierten que seguirán movilizándose hasta que se clausure la planta.