El doctor Carlos Morínigo, jefe de Endoscopia Respiratoria del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (INERAM), compartió el dramático caso en sus redes sociales, resaltando el milagro detrás del rescate de una vida.
Según relató el profesional, todo comenzó cuando una colega pediatra de INERAM lo contactó de urgencia para advertirle sobre un niño en estado grave con un cuadro agudo de insuficiencia respiratoria. El pequeño se encontraba en una zona rural de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, a más de 400 kilómetros de la capital.
El problema: un grano de maíz
El incidente se originó cuando el niño jugaba en una chacra familiar y, sin que su madre pudiera evitarlo, introdujo varios granos de maíz en la boca. Al correr, uno de los granos se alojó en sus vías respiratorias. La madre, al notar los signos de asfixia, reaccionó golpeándole la espalda, logrando que el niño recupere parcialmente la respiración y lo trasladó de inmediato al centro de salud local.
El Dr. Morínigo, al ver el video enviado por la colega, comprendió la gravedad del caso. “Cuando vi el video, el niño se encontraba a punto de asfixiarse”, escribió. Consultado sobre el tiempo estimado para el traslado, recibió la respuesta: “4 o 5 horas, doctor”. Fue entonces cuando comenzó una carrera contra el tiempo.
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Extracción del grano
Ya en INERAM, el equipo médico logró extraer el grano de maíz que estaba atascado en el medio de la tráquea, causando inflamación severa y una obstrucción casi total.
“Este niño se salvó de milagro”, expresó Morínigo. El profesional también explicó que, tras el primer episodio de asfixia, el grano migró hacia el pulmón derecho, lo que permitió una leve recuperación respiratoria mientras llegaban a la capital.
“El interior del país está lleno de estas eventualidades que muchas veces ni siquiera llegan hasta nosotros”, lamentó el doctor Morínigo. “Simplemente, ‘omano la mitã’, sin causa aparente—, y queda en el olvido. Este no fue el caso. Gracias a Dios”, concluyó el profesional, visiblemente emocionado por el desenlace feliz de una historia que pudo terminar en tragedia.