El interventor de Asunción, Carlos Pereira, dijo que de prescindirse de los 3.000 funcionarios que sobran, la Municipalidad podría rescatarse de la crisis financiera dejada por el intendente, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista). “Al mes siguiente, yo ya tendría recursos que me permitan reestructurar financieramente el pasivo como para ir ordenando la administración”, dijo en conversación con ABC.
Pereira remarcó que desprenderse de esos pagos en salarios y bonificaciones, le permitiría a la comuna recuperar la “musculatura financiera” necesaria para enfrentar un “enorme pasivo en el corto plazo con una casi nula disponibilidad”. Semanas atrás, había dicho que contaba con activos disponibles por apenas G. 46.320 millones, para hacer frente a pasivos por G. 2,3 billones.
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El interventor insistió en que, de no estar impedido por la Ley 317/94, que regula la intervención, su primera medida hubiera sido destituir a estos funcionarios que, a su parecer, “no se necesitan” y que “no se compadecen con la necesidad financiera de la Municipalidad”.

Pereira calificó a la superpoblación de la Municipalidad -9.119 funcionarios-, como una de las más grandes “erosiones” financieras de la institución. En ese concepto, aseguró, se va el 75% de todos sus ingresos, mientras que solo el 25% restante se destina a los servicios que presta la comuna.
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Superpoblación y deuda acumulada
El interventor apuntó a la superpoblación de la Municipalidad como una de las causas de su sobreendeudamiento. Según Pereira, desde hace más de 10 años los altos niveles de gastos en salarios hicieron que se deba recurrir a la emisión de bonos para hacer frente a otras necesidades municipales, como la ejecución de obras. “Al no poder pagar, se hace una nueva emisión”, dijo.
Para Pereira, ese manejo solamente sirve para convertir los intereses en capital adeudado en el futuro, lo que encarece todavía más las operaciones. Agregó que esta manera de llevar las finanzas solo hace que “esa bola de nieve sea cada vez más grande”, lo que empeora con la falta de gestión de cobranza.
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Al momento en que inició la intervención a la administración de Nenecho, el 24 de junio, había 9.119 funcionarios municipales, de los cuales unos 1.800 entraron desde 2020, luego de que Rodríguez asumiera como intendente.

Solo en los primeros cuatro meses de 2025, Rodríguez destinó más de US$ 30 millones al pago de salarios del personal municipal, promediando más de US$ 7 millones mensuales. Frente a esto, la inversión física (obras) en el mismo periodo fue de menos de US$ 5 millones, con nula inversión en enero.
Intervención y deuda financiera
Al ser apartado temporalmente del cargo, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista), entregó una municipalidad en crisis financiera, con intereses vencidos de los bonos por G. 30.246 millones, por cuotas de mayo y junio. La comuna tampoco tenía, según el interventor, ingresos suficientes para hacer frente a otras dos cuotas de intereses por G. 20.087 millones, que vencieron en julio.
El director interino de Administración y Finanzas, Víctor Gamarra Popoff, había confirmado semanas atrás el vencimiento de cuotas de los préstamos por déficit temporal de caja con los bancos GNB, por G. 28.566 millones; Continental, por G. 29.300 millones y Basa, por G. 7.500 millones. Entre intereses de bonos y préstamos, la deuda financiera vencida de la Municipalidad a julio superaba los US$ 19 millones.
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Gamarra también confirmó que Rodríguez dejó pagos pendientes con proveedores, entre ellos, el Consorcio Pluvial Abasto, empresa encargada de la obra de desagüe pluvial del Abasto (cuenca Itay). La empresa solicitó el avenimiento del contrato ante la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), pero no llegó a un acuerdo con la comuna, por lo cual la obra puede ser paralizada y el pago judicializado.
Rodríguez también dejó la comuna con deudas pendientes desde enero con la Caja de Jubilaciones y Pensiones del Personal Municipal y la Asociación de Funcionarios de la Municipalidad de Asunción (Afuma). Gamarra señaló que, pese a las dificultades financieras, se amortizaron esas deudas, quedando pendientes G. 14.270 millones con la Caja y G. 7.900 millones con Afuma. Esta semana, los miembros de esta última asociación protestaron por la falta de transferencia del dinero descontado de sus salarios.
La intervención
El 24 de junio, Carlos Pereira asumió como interventor de la Municipalidad de Asunción. La intervención, aprobada por la Cámara de Diputados, había sido solicitada por la Contraloría General de la República (CGR).
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El órgano contralor basó su pedido en su informe de auditoría, emitido en julio de 2024, que entre otras cosas confirmó el desvío de G. 500.000 millones de bonos que eran para obras, emitidos bajo la administración de Rodríguez. La maniobra había sido denunciada por ABC y la CGR derivó el caso a la Fiscalía, que mantiene una carpeta de investigación abierta.
Rodríguez, además, está imputado por lesión de confianza y asociación criminal en la causa conocida como de los “detergentes de oro”, por compras en pandemia, en las que la Fiscalía estima un perjuicio de otros G. 1.850 millones.