Este miércoles, en la Catedral Metropolitana, se dio inicio al novenario en honor a la Virgen Nuestra Señora de la Asunción, patrona del Paraguay.
La misa fue presidida por monseñor Pierre Jubinville, obispo de San Pedro y presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), bajo el lema “La esperanza no defrauda”.
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En una homilía marcada por críticas al sistema político y económico, el obispo reflexionó sobre la Transfiguración de Jesús como una experiencia que invita a ver la “gloria de Dios” no como un privilegio, sino como una presencia que habita “entre nosotros”.
“La trampa está en esta ‘entrega’ del pueblo en una confianza ingenua”, expresó en referencia a la ciudadanía hacia autoridades que prometen soluciones desde arriba.
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“Esperamos que algo nos va a tocar, pero la gloria no baja del poder, se construye con participación”, sentenció Jubinville.
Crítica al clientelismo político y al modelo económico
Monseñor denunció lo que llamó la “trampa de la dependencia” hacia autoridades políticas o élites económicas.
“La gloria de Jesús no perpetua una lógica de dependencia de nuevas autoridades: derrama toda la autoridad sobre el pueblo santo.”, expresó. De esa manera, invita a fortalecer organizaciones civiles, gremios e iglesias como espacios de auténtica transformación.
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Citó la encíclica Fratelli Tutti, del Papa Francisco, para denunciar la desigualdad social, la especulación financiera y la pasividad ante los abusos del poder.
Jubinville también hizo alusión al 15 de agosto, día de la Asunción de María y fecha de toma de mando de autoridades en Paraguay. “Celebramos la investidura de las autoridades civiles. La trampa está en la entrega”, expresó.
Finalmente, animó a la ciudadanía a recuperar el espíritu comunitario, como corresponsables de la construcción del bien común: La gloria habita nuestra tierra”, finalizó.