Paraguay enfrenta un retroceso sanitario alarmante: tras una década de haber sido certificado como país libre de sarampión, la enfermedad volvió a registrarse en 2023 y ya muestra expansión en distintos departamentos. La pediatra infectóloga Sonia Arza, referente nacional en inmunizaciones, advirtió que este hecho evidencia la baja cobertura de vacunación y representa un riesgo para la reaparición de otras enfermedades prevenibles.
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“Si está baja la cobertura para sarampión, lo está también para paperas y para rubeola. Dentro de poco, Dios no quiera, vamos a tener embarazadas con rubeola congénita, con malformaciones de sus niños que no queremos ver ya”, advirtió la profesional.
Descenso de vacunación no empezó en la pandemia
Arza recordó que el último caso autóctono de sarampión en Paraguay se registró en 1998 y que, tras intensas campañas de inmunización, el país recibió en 2014 una certificación internacional de eliminación.
Indicó que el retroceso se inició en el 2018 y Paraguay perdió la certificación en enero del 2023, cuando se detectó un caso importado en Hohenau.
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“No se recuperaron las coberturas que empezaron a descender desde el 2018. Que hoy tengan coberturas de 92% quiere decir que los niños que nacieron el año pasado están siendo vacunados, pero no los niños de 4 a 7 años, que no están vacunados. Entonces, va a seguir existiendo un bolsón de susceptibles importantes y la expansión”, manifestó.
Agregó que el sarampión es una enfermedad muy contagiosa y debe de haber muchos más casos sospechosos. “Una persona infecta 18 y se está expandiendo”, alertó.
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Baja cobertura de vacunación
La doctora Arza señaló que para mejorar la cobertura de vacunación no basta con campañas esporádicas. Indicó que la campaña antivacunas siempre existió y no se trata de que los padres no quieran vacunar a sus hijos después de la pandemia.
Recordó que en el 2013 tuvieron que salir a las calles y recorrer ciudades del interior hasta con sacerdotes para convencer a la población de que los niños debían vacunarse contra el virus de papiloma humano (VPH). Destacó que vieron que la clave es hablar con las familias.
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Alerta para las autoridades
La especialista señaló que este brote de sarampión debe ser un llamado de alerta para los tomadores de decisiones a nivel de salud pública.
“Se tiene que gestionar de una forma un poco más técnica y por supuesto, atender, fortalecer, la vigilancia y, ante cualquier caso sospechoso, actuar”, manifestó.
En ese sentido, comentó que ahora ella está capacitando a los estudiantes de medicina de la Universidad Nacional de Asunción porque nunca vieron el sarampión y pueden confundir los síntomas.
“Delante de los ojos de muchos colegas, puede pasar un sarampión y no sospecharse. Claro, son médicos que nunca vieron el sarampión”, señaló.