Con bombos y platillos, el pasado 10 de agosto la Gobernación de Ñeembucú presentó un ómnibus como símbolo de apoyo al deporte, la cultura y la representación departamental cuyo costo alcanzó G. 1.837.000.000.
Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando las delegaciones que intentaron utilizar el vehículo se encontraron con una dura exigencia: deben costear el combustible, pagar viático al chofer y cubrir el costo de los puestos de peaje.

El colectivo de marca Mascarello, con chasis Iveco, capacidad para 45 pasajeros, baño y seguro incluido, fue recibido con una ruidosa caravana y un acto central encabezado por el gobernador, Víctor Hugo Fornerón (ANR- cartista). En esa ocasión, aseguró que la inversión es para “fortalecer los sueños y talentos de Ñeembucú”.
“Elegimos lo mejor para nuestras delegaciones, para que viajen cómodas, seguras y orgullosas de representar a Ñeembucú. Esto va a estar al servicio de ustedes”, había declarado el gobernador ante una multitud emocionada.
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Sin embargo, la emoción se transformó en indignación para varias agrupaciones deportivas y culturales al enterarse que el servicio de transporte, lejos de ser gratuito, implicaba un costo elevado por cada viaje.
“Nos pidieron que cubramos el combustible, el viático del chofer y el peaje. Es demasiado, y no se había dicho nada de esto cuando lo presentaron. Pensamos que era un servicio del Gobierno Departamental”, denunció una representante de una delegación juvenil que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
Intentamos obtener la versión del gobernador Víctor Hugo Fornerón, pero desde la Dirección de Comunicación de la Gobernación nos informaron que el mandatario se encontraba en Itapúa participando del Mundial del Rally. Su vocero, Aldo Rolón, no ofreció mayores detalles.
El presidente de la Junta Departamental, David Cardozo (ANR - Cartista), defendió la medida. “La Gobernación no tiene presupuesto para aguantar ese combustible. El chofer cobra salario, sí, pero necesita su viático para la movilidad. Además, otras gobernaciones, como la de Misiones, también aplican este mismo sistema”, afirmó Cardozo.
Explicó que el moderno vehículo consume 30 litros de combustible cada 100 kilómetros, lo que representa un gasto considerable para cualquier traslado interdepartamental.
Más cuestionamientos a la gestión Fornerón
No es la primera vez que la administración de Víctor Hugo Fornerón (ANR) es blanco de críticas.
Organizaciones civiles denunciaron hace algunas semanas las constantes transferencias millonarias realizadas a la ONG “Asociación Progresando Ñeembucú”, que opera como receptora directa de fondos para la reparación de caminos vecinales, sin necesidad de licitaciones públicas.
El presidente de la Junta Departamental David Cardozo (ANR) justificó este modelo: “La transferencia a la comisión es legal. Se evitan las licitaciones, porque con las licitaciones se triplican los costos. Es más eficiente este sistema”, indicó.
Promesas que se evaporan en el camino
La comunidad esperaba que el bus representara un alivio económico para delegaciones que luchan por representar al departamento en distintos puntos del país. En cambio, se sienten decepcionadas por lo que consideran un nuevo engaño.
El “bus del pueblo”, que debía ser sinónimo de inclusión y desarrollo, hoy es símbolo de reclamos, gastos inesperados y promesas rotas.