Mañana a las 07:00, en la parroquia Virgen del Rosario de la ciudad de Horqueta se celebra una misa en recordación al hombre que fue secuestrado hace nueve años por el EML, informó su familia.
La esposa, Ermelinda Agüero y las dos hijas de Félix Urbieta Ramírez, Norma y Liliana, siguen pidiendo informaciones para dar con el paradero del hombre que vivía en su estancia denominada “San Francisco”, situada en la comunidad rural de Belén Cue, a 15 kilómetros de la ciudad de Horqueta.
Los testigos del hecho recuerdan que en aquella fecha llegaron a la hacienda dos jóvenes de sexo masculino, que luego –según las investigaciones– se supo que se trataban de Alejandro Ramos Ramírez, hijo de Alejandro Ramos y Lourdes Ramírez, sobrina del hacendado; y Feliciano Bernal Maíz. Ambos ya fallecidos en distintas circunstancias.
Al principio, los integrantes del autodenominado Ejército del Mariscal López (EML) pidieron 500.000 dólares por la liberación de Urbieta. Según los datos, tras las negociaciones con la familia el monto exigido por los secuestradores bajó a 350.000 dólares.
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En la última carta enviada por los terroristas, estos mencionaron que si no cumplían con sus pedidos sólo iban a recibir “prueba de muerte”, refiriéndose a Félix Urbieta Ramírez.
Dijeron que ya falleció
Las ahora detenidas y recluidas en la Penitenciaría Regional de Concepción, Zulma Jara Larrea, Lourdes Bernarda Ramírez y su hija Lourdes Teresita Ramos Ramírez, formaban parte del EML. Estas mujeres aseguraron que los hombres, que formaban parte del grupo terrorista, habían mencionado que Urbieta Ramírez había fallecido estando en cautiverio.
Búsqueda
Numerosas búsquedas se han realizado para poder encontrar al secuestrado, el testimonio de las mujeres han sido tomados para ubicar las posibles zonas. Hasta ahora en las distintas excavaciones hechas no se han encontrado pistas sobre su paradero, pero sí pertenencias de los secuestradores, que estaban ocultas bajo tierra.