La medida afectará tanto a los lagos internos como a los ríos compartidos con la Argentina, donde quedará prohibida la pesca deportiva y comercial hasta el 20 de diciembre. En aguas compartida con el Brasil la veda finaliza el 31 de enero de 2026. El objetivo es permitir la reproducción de las especies y garantizar la sostenibilidad del recurso pesquero.
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Martínez explicó que en el distrito de Ayolas 1.312 pescadores comerciales registrados entrarán en veda desde el domingo. Los centros de acopio estarán habilitados por diez días para la venta local del producto existente, pero el traslado a otras ciudades está prohibido.
Al término del plazo, el MADES realizará un relevamiento del stock y, una vez que se levante la veda, se retomarán los controles para verificar las declaraciones de producto hechas hasta el 31 de octubre. Solo se permitirá la pesca de subsistencia a quienes cuenten con licencia vigente y dependan directamente de esta actividad, utilizando líneas y anzuelos desde la costa.

El funcionario adelantó que durante el fin de semana se sumarán más agentes del MADES para reforzar los controles por agua y tierra, de manera aleatoria. Quienes infrinjan la Ley de Pesca se exponen a sanciones administrativas, y los casos más graves serán remitidos al Ministerio Público.
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Un año complicado para la pesca comercial
El integrante de la Asociación de Pescadores Profesionales del Río Paraná, Agustín Segovia, señaló que el 2025 fue un año “bastante negativo” para la pesca comercial. A su criterio, las variaciones en el nivel del río y los fenómenos climáticos afectaron de forma directa la actividad.
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“El domingo comienza la veda, y lastimosamente el río fue el principal problema porque sube y baja constantemente; eso evitó la llegada de una mayor cantidad de cardúmenes. En esta última semana de pesca, las intensas lluvias también impidieron salir a pescar”, comentó Segovia.
A la difícil situación climática se suma la falta de compradores. “Son muy pocos los acopiadores que compran pescado porque no quieren que su plata quede paralizada por muchos días”, lamentó el dirigente.
Segovia también cuestionó que muchos pescadores no perciben el subsidio por veda. Recordó que hace dos años el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) no realiza el censo por falta de recursos, lo que deja sin ayuda a numerosas familias.
Para este año, el MDS prevé pagar el mismo monto del 2024: solteros G. 750.000; con hasta cuatro hijos, G. 1.400.000; y familias con más de cuatro integrantes, G. 1.800.000. Sin embargo, todavía no se conoce la fecha de desembolso. Por su parte, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) tiene previsto entregar kits de víveres de 41 kilos y un aporte económico de G. 1.000.000 por pescador, aunque la fecha de entrega aún no fue confirmada.
