Video: conocé a la primera jueza de Paz que hace 32 años desafía la adversidad del Chaco

María Magdalena Vargas de Mendoza, conocida como Ña Muñeca, es la primera jueza de Paz de Paraguay y considerada como un referente de integridad en el Chaco. A sus 73 años, sigue cumpliendo sus funciones.

En redes sociales circula un video que muestra a la jueza de Paz María Magdalena Vargas de Mendoza cruzando un charco con su maletín en mano, en la localidad de Cadete Pastor Pando, departamento de Presidente Hayes, en el Bajo Chaco.

Muchos internautas destacaron la imagen como un reflejo de la determinación de esta jueza de Paz, conocida como Ña Muñeca.

Según miembros de su pequeña comunidad, desde hace más de tres décadas cumple con su labor sin faltar un solo día, sin importar las condiciones que le desafían en el Chaco.

“Cuando asumí en 1993, no había energía eléctrica, no había agua, ni caminos adecuados. Teníamos que hacer todos los procedimientos a caballo”, recuerda la jueza, quien destacó las dificultades iniciales de su trabajo.

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María Magdalena Vargas de Mendoza: 32 años desafiando la adversidad en el Chaco
La jueza de Paz María Magdalena Vargas de Mendoza caminando junto a Policías y su hoy ya fallecido secretario Manuel Irarrázabal, en un camino de tierra durante una intervención en Cadete Pastor Pando, en el bajo Chaco.

Trayectoria y compromiso con la comunidad

Vargas de Mendoza llegó a Cadete Pastor Pando tras casarse con un poblador de la zona y comenzó su servicio en la comunidad. Tras la muerte del anterior encargado del despacho judicial, se postuló al cargo de jueza de Paz, siendo alentada por los pobladores por su don de servicio.

“Falleció el exjuez y yo siempre colaboré con la comunidad, para las instituciones educativas, sanitarias, para lo que sea. Por eso, me postulé y me nombraron en julio de 1993”, relata.

Desde entonces, ha combinado la aplicación estricta de la ley con un profundo compromiso con los ciudadanos de su jurisdicción, enfrentando dificultades logísticas y territoriales que pocos podrían soportar.

María Magdalena Vargas de Mendoza: 32 años desafiando la adversidad en el Chaco
La jueza de Paz María Magdalena Vargas de Mendoza llegando en canoa a su despacho debido a inundaciones en Cadete Pastor Pando, en el bajo Chaco.

Reconocimiento de colegas y comunidad

Domy Pastor, quien trabajó como actuario de la jueza entre 2004 y 2006, la describe como “una señora muy calificada, muy respetada, muy laboriosa, quien ejecuta las leyes correctamente. No se va a meter en cosas que no corresponden, como la mafia de los pagarés, por ejemplo”.

A pesar de la apreciación generalizada por su labor, Pastor reconoce que “hay gente a la que no le cae bien por el tema de los delitos y la gente que anda por mal camino, pero es una persona muy justa, muy responsable y va a actuar en lo que corresponde”.

María Magdalena Vargas de Mendoza: 32 años desafiando la adversidad en el Chaco
Inauguración de un puesto policial en el bajo Chaco, en el que participó la jueza de Paz María Magdalena Vargas de Mendoza, de Cadete Pastor Pando.

Una carrera pionera en la justicia de paz

Vargas de Mendoza es considerada la primera jueza de Paz de Paraguay. A lo largo de sus 32 años en el cargo, recorrió su jurisdicción a caballo cuando los caminos no eran transitables y ha trabajado estrechamente con militares y policías para mantener la seguridad, según reveló.

En ese sentido, también destacó que su trayectoria no habría sido posible sin la colaboración de sus compañeros: Manuel Irrazábal, su fallecido secretario general, quien la acompañaba a caballo en todas sus intervenciones; Francisco González, su ujier; y su actual secretario, Isabelino Cabral.

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María Magdalena Vargas de Mendoza: 32 años desafiando la adversidad en el Chaco
La juez de Paz María Magdalena Vargas de Mendoza, junto con agentes de la Policía Nacional, en una intervención en Cadete Pastor Pando, en el bajo Chaco.

A lo largo de su trayectoria, la jueza ha enfrentado la falta de infraestructura y recursos, pero su compromiso con la justicia nunca declinó. Su labor ha sido reconocida por asociaciones de jueces y por la comunidad local, aunque nunca recibió un homenaje formal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Hoy, a sus 73 años, María Magdalena Vargas de Mendoza sigue ejerciendo su cargo con la misma disciplina y destacó que “voy a seguir honrando a la patria, a mi familia y a Dios. Cumpliré mis funciones hasta el último día”.