La primera promoción del Centro de Educación para Personas Jóvenes y Adultas N.º 236 “Carlos Antonio López”, del distrito de Coronel Bogado, en Itapúa, tuvo como su mejor egresado a Pánfilo Ferreira Romero, de 78 años. El egresado se destacó por su dedicación al estudio, el cual fue su sueño cumplido con esta meta.
El septuagenario confesó que siempre quiso terminar el bachillerato. Contó que inició los estudios en una Escuela Militar en Asunción, pero que no alcanzó los últimos dos años de la educación. Tuvo que mudarse en la década de los 60 nuevamente a la compañía Cambyretá de Coronel Bogado para dedicarse a la agricultura junto con sus padres.
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En aquel entonces no había oportunidades para seguir sus estudios. Se casó y tuvo 8 hijos, a los cuales mantuvo gracias a la plantación de algodón, que fue una gran fuente de ingreso.
Sobre sus hijos, mencionó que “ellos crecieron todos, se hicieron profesionales, y nosotros… Yo siempre quería estudiar, verdad; como dice una canción de Pablito Ortega, ‘de chico yo quise ser un gran doctor o ingeniero’, me gustaba”, reflexionó.
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Los años pasaron, pero su sueño siguió intacto, según relató. La apertura del colegio en la ciudad fue una gran oportunidad que no desaprovechó.
Contó cómo se enteró de este curso acelerado: “uno de mis hijos es supervisor del colegio y me dijo ‘estamos trayendo la escuela para adultos’. ¿En serio?, le dije; sí, me respondió. Che aiketa, le dije, y me inscribí este año”. Sobre la determinada decisión contó qué pensó: “no tengo mucho más que hacer y me gusta estudiar”, refirió.
El sueño continúa
Pánfilo mencionó sentirse parcialmente realizado con este gran paso que logró. “Me gustó mucho; ahora tengo el título de bachiller y quiero seguir estudiando”, sostuvo.

Sobre las dificultades del desafío de retomar los cursos explicó. “Yo siempre fui lector, me informaba de todo en lo posible, de ahí que no me fue tan difícil”; “mis nietas, que son todas profesoras, me ayudaron”, acotó.
Su mayor anhelo desde ahora es seguir la carrera de Derecho y convertirse en abogado.
También contó que se siente bien de salud: “si el físico y la mente me da, quiero seguir”, afirmó. “En espíritu estoy por los 50 recién”, subrayó.
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“Mejor tarde que nunca”
Ferreira dedicó un mensaje a sus nietos y a la juventud en general. Primero mencionó que “nunca es tarde, o también digo: más vale tarde que nunca”. “Quizá pueda llegar a ser un abogado y quizá pueda llegar a ejercer y ser un gran abogado”, puntualizó.
A la juventud dijo “que luchen porque la vida vuela, que aprovechen mientras sean jóvenes, que ahora hay más oportunidades”.
