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La cartera de Estado emitió un boletín especial debido a la proximidad de la fiesta de Año Nuevo, época en que son frecuentes las consultas por cuadros de gastritis y gastroenteritis (cuyos síntomas son diarrea, vómitos y dolor abdominal), además de acidez y otros malestares generales.
Los especialistas piden a la ciudadanía no superponer diferentes tipos de alimentos, debido a que ello puede desencadenar molestias a nivel estomacal e intestinal. “Ante la abrupta ingesta alimenticia, el cuerpo sufre diversas alteraciones, entre ellas sobrepeso u obesidad”, señalan al referirse a otras consecuencias a largo plazo.
Igualmente, indican que una mala alimentación puede generar complicaciones aún más graves, como diabetes, hipertensión arterial y otros problemas cardiovasculares. De esta manera, se pide que la cena de fin de año sea moderada y en lo posible se eviten los platos muy azucarados o salados. “La alimentación promedio de una persona sedentaria debe contener entre 1.600 y 1.800 calorías; esta cifra se duplica en época de las festividades de Navidad y fin de año”, lamenta el ministerio.
Con respecto a las personas diabéticas, se insta a reemplazar el azúcar por edulcorante y evitar la grasa de cerdo por la de origen vegetal en los tradicionales preparados. Igualmente, se pide no consumir la carne de cerdo y optar por el pescado, pollo o pavo; esta recomendación se hace extensiva a los hipertensos.
El ministerio recuerda la necesidad de distribuir mejor los alimentos e incluir en el esquema diario frutas y verduras crudas. Se recomienda además comer de manera pausada, a fin de que el cuerpo pueda procesar mejor los nutrientes. Por otro lado, la cartera pide evitar excesos en las bebidas y jamás ingerirlas con el estómago vacío, debido a que ello puede producir disminución del azúcar. Sobre las personas con triglicérido alto, se inta a evitar las bebidas alcohólicas.