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El Centro de Documentación y Estudios (CDE) presentó en la fecha un material denominado “Embarazo y maternidad de niñas en Paraguay”. El estudio contiene alarmantes cifras en cuanto a la vulnerabilidad de los derechos de niñas y adolescentes así como una preocupante situación social, económica y educativa que desemboca en un embarazo prematuro, que marca sus vidas para siempre.
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Uno de los datos más llamativos refiere a la iniciación sexual de los menores de edad, que se registra ya incluso de los cuatro años. “Más de tres mujeres por cada cinco ya habrían tenido su primera relación sexual antes de cumplir 20 años, vale decir, durante su infancia y adolescencia”, refiere. En ese marco, la mayor cantidad se da a los 17 años.
Entre las causas subrayan principalmente el abuso y la violencia sexual, pero a estos le siguen los cambios culturales que pueden promover una iniciación temprana, además de resaltar una gran cantidad de debilidades en las políticas públicas y recursos que deberían ser empleados en la prevención de estos casos.
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El documento señala que, según datos proveídos por el Ministerio de Salud, entre 2010 y 2016 se registraron cerca de 650 nacimientos anuales de hijos de niñas de entre 10 y 14 años, además de 20.000 nacimientos anuales de hijos de madres adolescentes de entre 15 y 19 años.
“Estos datos sustentan que dos de los nacimientos que ocurren cada día en el país corresponden a recién nacidos hijos de adolescentes de entre 10 a 14 años”, subraya.
En ese marco, especifica que el 55,5% de los casos de embarazos en adolescentes menores de 14 años se detectan recién después de las 16 semanas de gestación (cuatro meses), lo cual dificulta ofrecer un apoyo psicológico y médico a la niña, detectar si tiene alguna enfermedad sexual o si fue abusada.
Un embarazo prematuro puede generar daños físicos, psicológicos, afectivos, sociales y económicos para las niñas, así como para sus hijos y todo tu entorno inmediato. Los estudios sostienen además que las menores de 15 años embarazadas presentaron cuatro veces más riesgo de morir que las adolescentes tardías y jóvenes.
También habla de una probabilidad del 50% de mortandad de los recién nacidos de estas menores que las demás embarazadas. Así como es alta la posibilidad de que sus bebés mueran antes de cumplir un año de edad.
En cuanto a las menores en edad escolar, lo más común es que dejen de asistir a la escuela y no terminen sus estudios.
En cuanto los registros hospitalarios por aborto la cifra es bastante alarmante. “En un estudio acerca de esta temática (Soto y Moragas, 2013: 34), se indica –a partir de datos oficiales– que en cuatro años, entre 2006 y 2009, hubo un total de 211 egresos de niñas de 10 a 14 años (un promedio de 53 casos anuales) y 5.760 egresos de adolescentes de 14 a 19 años (en promedio, 1.440 al año)”, detalla el documento.
Explica que estos datos fueron recogidos en centros asistenciales y hospitales que dependen del Ministerio de Salud, aunque aclara que no está diferenciado si se tratan de abortos espontáneos o voluntarios.