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Francisco Medina aguarda la llegada de Vilmar Neneco Acosta Marques en el Grupo Aerotáctico, ubicado en Luque. La emoción es un sentimiento que lo invade ante la inminente llegada del exintendente de Ypejhú, sindicado por las autoridades como el autor moral del asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada, el 16 de octubre de 2014 en Villa Ygatimí.
Dijo que de alguna forma se está logrando que haya justicia, pero habrá que esperar a ver si las autoridades logran la máxima condena, como ejemplo, para que este tipo de crímenes que buscan acallar la libertad de expresión no vuelvan a ocurrir, dijo. “Espero que la justicia haga su parte y se le condene a lo máximo que se pueda; para nosotros, la condena máxima en Paraguay es poco todavía”, afirmó.
Siguió diciendo que hasta el momento tiene la impresión de que el Gobierno actuó por la presión social. “Ellos lo que pretenden es silenciar la libertad de expresión, ellos lo que pretendían era silenciarle a Pablo, pero les salió el tiro por la culata porque nadie cruzó los brazos, la ciudadanía en general, todos los medios de prensa a nivel local, a nivel internacional, presionaron al Gobierno y el Gobierno lo hizo como una manera de evitar más presiones”, afirmó.
Sobre la ausencia de Pablo Medina (padre), dijo que la familia tomó la decisión de que no venga a esperar la llegada porque está en crisis y su salud es delicada. Tiene presión alta y está sufriendo mucho, indicó Francisco. Por eso, decidieron que se quede en su casa.
La madrugada de este martes, una comitiva se movilizó desde Paraguay para buscar a Vilmar desde Campo Grande, Brasil. Tras su llegada al Grupo Aerotáctico, será trasladado al Departamento Judicial de la Policía.