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“Sencillamente lo que hicieron ayer en Diputados fue lo que con sinceridad ayer la senadora (Gusinky) ha manifestado, para que los senadores no se expongan ya no solamente a un mote de violadores de la Constitución Nacional, sino también a sanciones penales en el ámbito jurídico”, indicó Ovelar sobre lo expresado ayer por la senadora cartista. La acusó además de simplemente ser vocera de otros colegas “maricones” que no se animaron a cuestionar de frente a los disidentes.
Gusinky ayer no solo acusó a los medios de prensa de “promover los escraches” contra los 25 senadores, sino que valoró el hecho de que 44 diputados se sumaran al atropello a la Constitución Nacional, alegando que ello supuestamente daba legitimidad a la sesión “mau” y posterior aprobación del proyecto ilegal de enmienda pro reelección.
Ovelar igualmente insistió en que tras dar entrada a la enmienda en Diputados, no habría intención de aprobar la enmienda por parte del cartismo, sino simplemente de blanquear a los 25. “Por primera vez le creo a Cartes”, dijo considerando que existiría una orden del Presidente de mandar “al muere” el proyecto de enmienda.
El senador disidente además se refirió a una acusación que hizo Gusinky contra él y su colega Juan Carlos Galaverna de que se habría recurrido a una estrategia similar a la actuada por los 25 en la designación del actual Fiscal General del Estado, Javier Díaz Verón.
El mismo recordó que en aquella ocasión, Díaz Verón tampoco juró ante ninguna de las autoridades de la Cámara de senadores, ya que no había acuerdo “entre el presidente, ni el vicepresidente primero y segundo” y que por línea de sucesión había presidido la sesión el presidente de la Comisión de Hacienda.
Pero en esa oportunidad estuvieron ausentes todas las autoridades de la Cámara y la convocatoria a sesión se realizó con tiempo y fue un acto público. No como en esta ocasión, en que se realizó una reunión en privado y en la bancada del Frente Guasu. De todos modos indicó que en el caso de que el cuestionamiento de Gusinky sea válido, “una inconducta o desprolijidad del pasado no puede servir como antecedente” para justificar que ellos atropellen la ley.