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Productos de la Agricultura Familiar, alimentos tradicionales y artesanías de los pueblos indígenas, prácticas sostenibles de producción y conservación de alimentos, información sobre hábitos de salud y nutrición, entre otras actividades fueron presentadas durante la feria realizada en el marco de esta actividad.
El Día Mundial de la Alimentación de este año se centró en el problema del aumento del número de personas que padecen hambre y se aprovechó para alertar sobre el aumento de la obesidad y sobrepeso.
“La alimentación es un bien común para toda la sociedad. Paradójicamente, el hambre en 2017 superó los 39 millones. Al mismo tiempo, aumentó el sobrepeso y la obesidad, afectando principalmente a las mujeres y los niños”, remarcó en su discurso Jorge Meza Robayo, representante permanente de la FAO en Paraguay.
Por su parte, la senadora Blanca Ovelar, presidenta del Frente Parlamentario contra el Hambre de la Cámara de Senadores afirmó que “cerca de un millón de personas sufren hambre en Paraguay, de los cuales 350 mil tienen riesgo de desnutrición grave, es un desafío de todos, nosotros como parlamentarios tenemos la misión de controlar y generar las leyes que permitan la consecución del Objetivo de desarrollo, en especial el de "Hambre Cero".
Añadió que el Gobierno debe avanzar en las políticas públicas y en ese marco, el Congreso Nacional aprobó la Ley de seguridad alimentaria y la Ley de alimentación escolar y control sanitario y se encuentra en proceso de revisión la ley de etiquetado de alimentos.
La senadora destacó el rol de los pequeños productores en la alimentación “la agricultura familiar es clave para lograr el hambre cero”.
La actividad “Nuestras acciones son nuestro futuro”, contó con la presencia de la primera dama de la Nación, Silvana Abdo y el recocnocido chef Rodolfo Angenscheidt, colaborador Hambre Cero y uno de los representantes de la cocina contemporánea paraguaya y Daniela Benítez, lideresa indígena quienes cocinaron un plato con pertinencia cultural del pueblo Nivaclé.
El DMA se celebra este año coincidiendo con conflictos, fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático, desaceleración económica y un rápido aumento de los niveles de sobrepeso y obesidad, que están revirtiendo el progreso realizado en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
“La obesidad atenta al bienestar de casi 4 millones de niños de América Latina y el Caribe, el segundo mayor porcentaje de sobrepeso infantil del mundo. Son el 7% de nuestras niñas y niños”, señaló Meza.
“Es hora de renovar nuestro compromiso y, aún más importante, el apoyo político para lograr un mundo sostenible libre de hambre y de todas las formas de malnutrición”, finalizó.