Mientras persisten la crítica situación del río Pilcomayo y la prolongada sequía, el forraje para el ganado es cada vez más escaso y las proyecciones respecto a la disminución del hato se agravan en el Chaco, según reportes de la zona. Hay esperanza de que, mediante los trabajos de remoción de sedimentos y canalización en el cauce, el agua no demore en llegar hasta las zonas más necesitadas.
Evacuar pacientes hacia hospitales de mayor complejidad de otras regiones es la constante en esta zona chaqueña. Esto se debe a la precariedad de los puestos de salud en el Alto Paraguay y, sobre todo, a la falta de médicos especialistas. En el mal llamado Hospital Regional de Fuerte Olimpo no se realiza ningún tipo de cirugía desde hace dos meses debido a la falta de anestesista.
Los familiares de una criatura que nació muerta alegan que la denuncia por supuesta negligencia médica está paralizada en la fiscalía. El caso ocurrió en mayo de 2023 en un nosocomio chaqueño, cuando Ariza Torre, con casi 40 semanas de gestación, tuvo que lamentar la muerte de su bebé, a pesar de haber seguido correctamente su tratamiento preparto. Los denunciantes sostienen que la causa del deceso de la criatura fue un medicamento que se le suministro a la madre.
La zona de Pozo Hondo, en el Chaco, se encuentra aislada como consecuencia del desborde del río Pilcomayo tras las constantes lluvias de las últimas semanas. Desde el Ministerio de Defensa aseguran que los organismos del Estado trabajan para que los pobladores accedan a medicamentos, víveres y todo tipo de ayuda.
Apenas se producen las primeras lluvias del año y, a pesar de que no son de grandes proporciones, de nuevo las 40 familias de compatriotas de la zona de Karanda`yty, en el distrito de Fuerte Olimpo, quedaron aisladas debido a la falta de caminos. Las personas que viven en el sitio denuncian el total abandono por parte de las autoridades locales y departamentales.
Essap reactivará parte del fallido acueducto del Chaco desde mañana, martes, pero con una reducción en la presión del agua para evitar rupturas en las tuberías. El presidente de la estatal planteó una solución “barata” de US$ 15 millones para reemplazar 63 km de cañerías, lo que mejoraría la distribución de agua. Sin embargo, advirtió que una reconstrucción total de los 203 km del acueducto podría costar hasta US$ 50 millones.