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Estas grandes y esperadas precipitaciones llegaron en el momento más oportuno, considerando que de manera bastante temprana se estaba llevando agua a varias comunidades del distrito de Fuerte Olimpo, así como a los pequeños productores, debido a que sus tajamares estaban prácticamente secos.
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Desde el pasado sábado, cuando comenzaron estas lluvias, y hasta la fecha, la ciudad de Fuerte Olimpo ha registrado las mayores precipitaciones. En algunos lugares se superaron los 330 mm, mientras que el promedio en toda la zona fue de 250 mm.
Más al norte del departamento, específicamente en el distrito de Bahía Negra, la lluvia superó los 100 mm, mientras que en la lejana Agua Dulce de Santa María, próspera zona agrícola y ganadera, fue algo menor. Estas precipitaciones han permitido que los tajamares, tanto de las estancias como de las comunidades de Toro Pampa, San Carlos y María Auxiliadora, todas del distrito de Fuerte Olimpo, estén totalmente rebosantes de agua.
Bendición
“La lluvia siempre es una bendición para todos, para nosotros, los productores”, señaló el ganadero Revalino Rosa, destacando que “el éxito de nuestro trabajo se define en poder tener abundancia de pasto y agua. En nuestra estancia, denominada Oroite, ubicada en las cercanías de Toro Pampa, se completaron 330 mm de precipitación hasta mediados de esta semana”, afirmó.
“Este tipo de abundancia de agua permite también eliminar en gran medida las hormigas, uno de los principales enemigos de las pasturas donde se alimenta el ganado”, afirmó el productor. Finalmente, agregó que “se cuenta con suficiente reserva de agua para varios meses, lo que permitirá afrontar con mayor alivio la temporada de invierno”.
Aislamiento
Esta es la primera gran lluvia que se registra en el departamento después de varios meses y aísla a Fuerte Olimpo y Bahía Negra, debido al pésimo estado de los caminos que conducen a estas zonas.
La falta de elevación de los terraplenes al momento de realizar las reparaciones, y sobre todo, la ausencia de sistemas de alcantarillado que permitan la circulación del agua, han provocado que varios tramos de estas vías vuelvan a quedar interrumpidos por las inundaciones, formando verdaderos riachos.
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Si bien aún transitan por estos caminos los vehículos todo terreno, de producirse más lluvias, la situación empeorará, ya que ni siquiera este tipo de vehículos podrá atravesar estos lugares.
Dado que los camiones transportadores de mercaderías no pueden transitar en estas condiciones, se teme que pronto pueda producirse un desabastecimiento en los comercios, especialmente en la zona de Bahía Negra, donde ni siquiera se dispone de servicios de embarcaciones que permitan utilizar el río Paraguay como una vía de salida.
A pesar de que el pasado sábado, horas antes de que llegaran estas lluvias, maquinarias de la Gobernación comenzaban trabajos de reparación del camino que une con la nueva ruta bioceánica, estas tareas no podrán continuar debido a la gran cantidad de agua existente en los alrededores.
