El 30 de marzo, la Gobernación del Alto Paraguay, emitió una resolución de emergencia departamental, debido a que numerosas poblaciones quedaron totalmente aisladas, ante la imposibilidad de utilizar los caminos, que se encontraban inundados a consecuencia de las torrenciales lluvias.

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Desde aquel día ya transcurrieron dos meses y la situación no cambió; al contrario, empeoró, sobre todo en lo referente a la asistencia estatal. En primer lugar, por la tardía reacción de parte de la Secretaría de Emergencia Nacional para hacer llegar los kits de alimentos, y cuando lo hacen, lo realizan de una forma ínfima, como lo ocurrido ayer, cuando luego de 50 días asistieron con 23 kilos de víveres a cada familia de la zona de Fuerte Olimpo.

La desesperación de personas atrapadas en sus comunidades, sobre todo de peones de estancias que necesitaban regresar a sus comunidades en la Región Oriental desde donde vinieron para trabajar en el Chaco, produjo situaciones de mucho sacrificio y destreza. Estas personas caminaron varios kilómetros para llegar hasta alguna población y luego ser rescatadas en vuelos de helicópteros.
Perdidas económicas
Una vez más, el sector de la ganadería está experimentando pérdidas millonarias, pues, debido a la falta de caminos, no pueden trasladar sus animales hacia los frigoríficos, o, si lo hacen, el personal debe arrearlos durante varios días en medio de los riachos formados en los caminos, para llevar el ganado hasta una zona donde pueda ser cargado en los camiones transportadores, aunque siempre en cantidad reducida.
Ante esta desesperante situación y la falta de respuesta por parte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, los denominados ganaderos del sur comenzaron a sacar sus maquinarias y a contratar a una empresa vialera para reparar parte del camino por donde están asentadas sus estancias.

A este loable ejemplo se sumaron pobladores de la comunidad de Toro Pampa, inicialmente sin ningún tipo de ayuda, más que el deseo de ellos mismos de contar con el camino. Luego, la Municipalidad de Fuerte Olimpo se unió, contratando maquinarias de una empresa, y más tarde lo hizo la propia Gobernación.
Lastimosamente, una semana después de haber iniciado estas tareas y de que los productores lograran habilitar 40 kilómetros y los pobladores unos 12 kilómetros se produjeron nuevamente lluvias, lo que obligó a suspender momentáneamente los trabajos. Estos se están reiniciando de a poco, siempre sin la ayuda del MOPC, que brilla por su ausencia.
Dejar las soluciones parches
El Obispo del Chaco, Monseñor Gabriel Escobar, pide encarecidamente a las autoridades dejar de realizar los famosos trabajos “parche” ante estas tristes realidades, atendiendo al gran daño social y económico que esto genera a toda una región. Sostiene que se deben dar soluciones definitivas, y eso representa asfaltar el camino hasta Fuerte Olimpo.

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El religioso reclama al presidente de la República, Santiago Peña, que utilice dinero proveniente de las binacionales para conseguir el rubro necesario y así contar con un camino de todo tiempo. De lo contrario sostiene, debería gestionar algún préstamo del extranjero, atendiendo a que de forma permanente viaja fuera del país.
Ya se cuenta con el estudio de factibilidad ambiental. Además, el Ministerio de Economía y Finanzas tiene los códigos SNIP del tramo de 140 kilómetros para asfaltar el camino hasta Fuerte Olimpo, cuyo monto ronda los US$ 200 millones. Solo falta que el Ejecutivo proceda a realizar el llamado a licitación, dijo el obispo.
Ese dinero, si se invierte en que estos pobladores del Chaco puedan tener por fin un camino de todo tiempo, será más que una inversión económica, pues será un verdadero acto de patriotismo para con una de las zonas más abandonadas por décadas en nuestro país, refirió finalmente el prelado.
