La Junta Departamental está compuesta por 7 concejales, de los cuales 6 pertenecen al Partido Colorado y uno al PLRA. Tras la sesión ordinaria, cuyo único punto del día fue la renovación de autoridades, la presidencia recayó en Sergio Cuéllar, del sector cartista, mientras que la vicepresidencia quedó en manos de Juan Gualberto Ortiz, de Fuerza Republicana.
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Leonardo Lezcano, del PLRA, y Óscar Saian Penayo, colorado cartista, fueron designados como secretarios. De esta manera, se dio cumplimiento a la Ley 426/94 en su artículo Nº 19, que establece la obligación de elegir autoridades en la primera sesión ordinaria de cada periodo legislativo.
Como un aspecto positivo, puede destacarse este entendimiento entre los ediles, considerando que el año pasado el desacuerdo generado entre los mismos, al momento de intentar renovar autoridades para el periodo 2024 – 2025, produjo una profunda división política que creó dos bandos rivales.
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La falta de entendimiento entre ambos grupos hizo que, por varios meses, la Junta funcionara acéfala, ya que no había quórum suficiente en cada intento de reunión. Por un lado, se encontraban 4 concejales, y por el otro, el grupo de 3 ediles, sin que ninguno alcanzara los 5 miembros necesarios para convalidar la sesión.
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La situación llegó a los extremos de presentar denuncias ante los estrados judiciales. El pleito se judicializó y prácticamente la Junta quedó a la deriva, hasta que finalmente uno de los grupos cedió en busca de lograr el funcionamiento institucional, con lo cual se restableció el trabajo de la Junta Departamental.
En esta Gobernación, en administraciones anteriores, se dieron situaciones de total acefalía en el funcionamiento de la Junta, y siempre los casos terminaron en la Justicia. Este hecho perjudicó seriamente los intentos de desarrollo del departamento y, al mismo tiempo, aceleró los hechos de corrupción de anteriores exgobernadores. De allí la importancia que, por fin, la renovación de autoridades se dé de forma pacífica.