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Unas 500 hectáreas pertenecientes a la propiedad JP, con una superficie total de 3.334 hectáreas, que pertenecen a la brasileña María Aparecida Pelissari de Souza, están ocupadas por unos 30 supuestos sintierras que invadieron el lugar.
La superficie ocupada irregularmente alberga una zona boscosa donde ya se constató la tala de árboles, según denunció el administrador de la propiedad, Sebastián Nilson Mendes.
Desde el 13 de junio se encuentran en el lugar los ocupantes, instalados en precarios campamentos, sostuvo el empleado, quien además señaló que presentaron denuncia ante la comisaría local y la Fiscalía, puesto que los invasores quemaron 100 hectáreas de pastura, además de cortar el alambrado perimetral.
La quemazón afectó un cauce hídrico que cruza a la propiedad, además de constarse el faenamiento de siete animales vacunos, lo que constituye una importante pérdida para los propietarios.
Sebastián Nilson Mendes señaló que varios de los ocupantes recorren la propiedad con arma de fuego en mano.
El hecho también fue denunciado ante el Ministerio Público; sin embargo, hasta la fecha el mismo no interviene.